Articulo de Nutrición sobre Funciones de las vitaminas.
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Funciones de las vitaminas
¿Cantidad o calidad de las vitaminas?
Las vitaminas son nutrientes precisas para el buen funcionamiento celular del organismo y, en contraste a ciertos minerales, actúan en dosis pequeñísimas.
Como nuestro cuerpo no puede fabricarlas por sí solo lo nutritivo de los comestibles no se podría aprovechar puesto que activan la oxidación de el alimento, las operaciones metabólicas y facilitan la utilización y liberación de la energía proporcionada por medio de los comestibles.
Si piensas en las vitaminas tal y como si fuesen la chispa que enciende el fuego, tal vez te resulte más fácil comprenderlo.
Cada célula del cuerpo tiene la función de convertir los aminoácidos (substancias químicas orgánicas), los minerales y los oligoelementos (substancia imprescindible para el organismo vivo) en proteínas, hormonas y enzimas (de las que se desprenden las reacciones químicas) Ciertas vitaminas son parte de esas enzimas con lo que resultan imprescindibles para nuestro cuerpo.
De las trece vitaminas diferentes que se conocen hoy en día, podemos distinguir 2 conjuntos distintos: por una parte las vitaminas hidrosolubles como la vitamina C y el conjunto de las B. Estas se disuelven en el agua y puesto que el organismo no puede guardarlas, es preciso un aporte diario o bien controlado debido a que el exceso es eliminado por el sudor y la orina.
El otro conjunto de vitaminas es el de las vitaminas liposolubles que se disuelven en grasas como la vitamina liposolubre A, D, Y también y K. Estas se guardan en los tejidos grasos y en el hígado. En contraste a las vitaminas hidrosolubles, el exceso de su consumo puede ser realmente perjudicial para nuestra salud puesto que nuestro cuerpo si que guarda su exceso.
Funciones de las vitaminas
Vitamina liposolubre A ayuda al desarrollo y a la visión.
Vitamina liposoluble de tipo K actúa sobre la coagulación.
Vitamina liposoluble de tipo D absorbe y fija el calcio en el organismo facilitando el buen desarrollo anatómico.
Vitamina C fortalece las defensas y evita el envejecimiento.
Vitamina liposoluble E facilita la circulación sanguínea y estabiliza las hormonas femeninas favoreciendo el embarazo y el parto, etcétera
No obstante, todavía queda mucho por descubrir.
¿Cantidad o bien calidad de las vitaminas?
Debido a que poco a poco más los comestibles son purificados, refinados y también industrializados con tratamientos que mejoran la conservación; el estado natural de las vitaminas se ve perturbado y cuando llega a nuestra mesa, se ha perdido una gran parte de su valor nutricional.
Si a esto le sumamos los desequilibrios alimenticios como el picoteo, el alimento basura, sofreír los horarios, los regímenes bajas en calorías, etcétera pueden generarse ciertas faltas en nuestro organismo.
Las enfermedades carenciales de vetaminas como el Beriberi (falta de B1), el Escorbuto (falta de C), el Raquitismo (falta de D), la Pelagra (falta de B3), etcétera son con frecuencia enfermedades peculiaridades de los países pobres.
Mas otras muchas veces, estas faltas están relacionadas a la modificación en la producción agrícola (abonos químicos en vez de abonos animales) o bien a la evolución tecnológica alimenticia donde prima, por norma general, la cantidad y la aceptación de los usuarios en frente de la calidad y conservación de los nutrientes.
El secreto para sostener una salud de hierro y sentirnos alegres, fuertes y sanos; es contrastar que tu nutrición sea variada (mezcla colores, olores y sabores), que sea suficiente (no te brinques ninguna comida, respeta tus horarios) y que esté bien equilibrada (poco de lo que te agrada mucho y siempre y en todo momento comes y más de lo que jamás comes)