Algunos mitos sobre cómo amamantar

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Algunos mitos sobre cómo amamantar

Mitos sobre como amamantar relacionados con la frecuencia de las tomas

Mitos sobre como amamantar relacionados con la leche

A esta altura absolutamente nadie duda de la conveniencia de nutrir a los bebés con leche materna. La lactancia materna no solo logrará que los pequeños medren fuertes y sanos, asimismo crea un vínculo singular entre la madre y el pequeño que es fundamental para el adecuado desarrollo físico y sensible de los pequeños.

Este artículo cita una serie de falso mitos sobre como amamantar que han de ser desterrados y nos explica con claridad todo lo relacionado con la lactancia materna a fin de que dar de mamar a nuestro bebé sea una bella y gratificante experiencia.

Mitos sobre como amamantar relacionados con la frecuencia de las tomas

Amamantar habitualmente al pequeño reduce la producción de leche: Este es uno de los mitos sobre como amamantar que hay que desterrar, puesto que ocurre justamente todo lo opuesto, cuantas más veces se ponga el bebé al pecho más va a aumentar la producción de leche que una madre genera.

Solo es preciso amamantar de cuatro-seis veces cada veinticuatro horas: Estudios científicos efectuados prueban todo lo opuesto. Cuantas más veces una madre amamanta a su bebé, aumenta su producción de leche y por consiguiente el pequeño aumenta mejor de peso al estar mejor alimentado y la madre prolongará el periodo de lactancia.

Las madres lactantes deben separar las tomas a fin de que puedan llenársele los pechos: Este es uno de los falsos mitos sobre la lactancia materna en tanto que el cuerpo de una madre lactante siempre y en todo momento está generando leche. Sus senos marchan en parte como depósitos de reserva. Cuanto más vacío esté el pecho, más veloz va a trabajar el cuerpo para reaprovisionarlo.

A las ocho semanas de edad el pequeño solo precisa entre seis a ocho tomas de leche materna; a los 3 meses solo precisa de cinco-seis tomas; y a los 6 meses, no más de cuatro a cinco tomas al día: La frecuencia de las tomas del bebé alimentado al pecho cambia conforme con la producción de leche de la madre y su capacidad de almacenaje, como con el tamaño del bebé y sus necesidades.

Los días en que se generan picos de desarrollo y asimismo las enfermedades del pequeño pueden mudar provisionalmente los patrones alimentarios del bebé.

Es la cantidad de leche que el pequeño consume, lo que determina cuánto tiempo soporta un bebé entre toma y toma: Los bebés amamantados con leche materna vacían el estómago más de manera rápida que los pequeños alimentados con biberón, puesto que la leche materna es más digestible y más natural y por consiguiente requiere menor sacrificio digestible, más o menos en uno con cinco horas en lugar de tres o bien cuatro horas.

Jamás despiertes al pequeño que duerme: Si bien la mayor parte de los pequeños informan en qué momento tienen apetito, posiblemente ciertos recién nacidos no se despierten tan de forma frecuente como lo precisan, con lo que hay que despertarlos si fuera preciso a fin de que coman al menos 8 veces cada veinticuatro horas.

Tal vez no se lúcida a raíz de los fármacos que recibió la madre a lo largo del parto, por ictericia, trauma, chupete, fármacos maternos o bien bebés más sosegados y reservados.

Mitos sobre como amamantar relacionados con la leche

Los bebés consiguen toda la leche que precisan a lo largo de los primeros cinco-diez minutos de mamar: Si bien ciertos bebés pueden tomar la mayoría de la leche en los primeros minutos, no es generalizable a todos. Los recién nacidos, que apenas aprenden a mamar, no siempre y en todo momento son tan eficientes y de forma frecuente requieren más tiempo

Siempre y en toda circunstancia dar los dos pechos en todos y cada toma: Es mucho más esencial dejar que el pequeño finalice de tomar del primer lado ya antes de ofrecer el segundo, si bien esto signifique que rechace el segundo lado a lo largo de esa toma. La última leche, que contiene más calorías, se consigue gradualmente conforme se marcha vaciando el pecho.

Leche materna de mala calidad es posible si un pequeño no aumenta bien de peso: Este mito sobre la lactancia materna queda rebatido por los estudios científicos efectuados a este respecto que prueban que aun mujeres anémicas son capaces de generar leche de suficiente calidad y cantidad para reemplazar las necesidades de desarrollo del bebé.

En la mayor parte de los casos, el escaso peso se debe al consumo deficiente de leche materna por la parte del bebé o bien a un inconveniente orgánico.

Frente a la escasez de leche de la madre, en general la causa se debe al agobio, la fatiga o bien el bajo consumo alimentario y de líquidos.

Hay que tomar leche para generar leche: Una dieta saludable y equilibrada con comestibles como verduras, frutas, cereales, legumbres, frutos secos y proteínas es todo cuanto una madre precisa para alimentarse apropiadamente y generar leche.

El calcio se consigue de una enorme pluralidad de fuentes como las verduras verdes, semillas, frutos secos como almendras y sésamo y pescados como la sardina y el salmón con espina. Ningún otro mamífero toma leche para generar leche.

La lactancia carece de valor, en tanto que la calidad de la leche se deteriora: La composición de la leche materna se altera conforme con las necesidades del bebé conforme este medra. A lo largo de sus primeros doce meses de vida, la leche es su fuente principal de alimentación al unísono que su sistema inmunológico.

Otros mitos sobre como amamantar

Hay que imponer una cierta rutina en el bebé: Los bebés nacen programados para comer, dormir y tener periodos de vigilia, como un reflejo de sus necesidades. Con el trascurso del tiempo los bebés se amoldan gradualmente al son de vida de su nuevo entorno sin especificar adiestramiento ni ayuda.

Nutrir al bebé a demanda no facilita el vínculo maternal: Es unos de los mitos sobre como amamantar que debemos desterrar sin titubear en tanto que contestar de forma sensible a las señales del bebé une a la madre con su hijo de tal modo que se acompasan y se crea un vínculo sensible mayor.

Ciertos bebés alérgicos a la leche materna: La leche materna es la substancia más natural y fisiológica que el pequeño puede ingerir. Si el bebé muestra señales de sensibilidad relacionadas con la nutrición, por norma general se deben a alguna proteína extraña que ha conseguido entrar a la leche materna, y no a la leche materna en sí.

Infecciones de oído ocasionadas por estar el bebé acostado al mamar: Teniendo presente que la leche materna es un fluido vivo y lleno de anticuerpos y también inmunoglobulinas, el bebé lactante tiene mucha menor probabilidad de desarrollar infecciones de oído.