Masaje en el agua, relajación física y mental

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Masaje en el agua, relajación física y mental

En agua templada (34º C) es el medio ideal para relajar el cuerpo

La combinación ideal para liberar la columna

El trabajo anatómico en agua temperada en sus diferentes variaciones, es una forma suave de trabajar terapéuticamente que lleva al humano hasta sus raíces más profundas en su relación con el agua.

El agua temperada (32° – 34° C), el sostén y el apoyo de los brazos de un terapeuta bien entrenado, manos conocedoras de la mecánica anatómico y de la anatomía músculo-esquelética, el movimiento, los suaves estiramientos y el suave ritmo del bamboleo y ondulaciones que acompañan a la respiración, dirigen a la persona flotada a un estado de relajación, paz, alegría y sanación.

Bloqueos energéticos a nivel fisiológico o bien sicológico se disuelven de manera rápida, y la persona tratada entra en un estado muy profundo de relajación y calma de una manera agradable.

El trabajo anatómico en agua temperada es bueno para gente joven y/o mayor con o bien sin problemas médicos. Se puede estimar como una terapia o bien como un agradable reequilibrio. Por servirnos de un ejemplo, es un tratamiento fantástico para mujeres embarazadas.

En agua temperada (34º C) es el medio ideal para relajar el cuerpo

El masaje en el agua nos afecta a todos y cada uno de los niveles de nuestro ser: tanto en el sensible, sicológico, espiritual como en el físico.

Cada persona es diferente. Lo que cada persona saca en beneficio de una sesión de masaje en el agua es diferente. Ciertos comentan sobre un incremento de la consciencia anatómico, descubriendo donde se guardan / ocultan las tensiones en su cuerpo y dándoles la capacidad de tratarlas de una forma más conveniente.

Otros, logran superar un temor al agua que tenían para toda la vida. Otros sencillamente gozan la sesión como algo exageradamente relajante y agradable. Ciertos se trasladan todo el camino de vuelta hasta el vientre materno.

Muchos se recrean en la experiencia de ser capaces de sentir la energía fluyendo por medio de sus cuerpos. Y ciertos experimentan un aumento de energía, un ascender cara el planeta de la luz o bien del espíritu. Cada una de las sesiones y cada experiencia son diferentes.

La combinación ideal para liberar la columna

El soporte que ofrece el agua y el terapeuta y la relajación a la que induce el agua temperada, es una combinación ideal para liberar la columna.

El agua acoge la mayoría del peso de nuestro cuerpo y las vértebras y músculos se relajan más sencillamente. Conforme esa relajación ocurre, el movimiento anatómico se hace más libre y se aproxima cada vez más y más a las ondulaciones de las olas.

Se logra una “conexión consigo, una unidad” que pervive todavía tras acabada la sesión.

Los terapeutas acuáticos pasan la mayoría del tiempo del tratamiento, moviendo el cuerpo del paciente, balanceándolo, ondulándolo, acunándolo, estirándolo, doblando, plegando, virando, flotando o bien hundiéndolo. A consecuencia de ello, mientras que la columna se relaja, estimula la circulación y el movimiento ascendiente de la energía.

Otro aspecto esencial es la conexión con la respiración, que como en Zen-Shiatsu se emplea para regular el ritmo y la presión en los diferentes puntos; en el agua inhalación y exhalación corresponden al estiramiento y plegados del cuerpo y a las fases de surgir o bien sumergir al paciente en el agua.

Pero allí de lo físico

Es más que una técnica meramente física. La combinación de masaje, movimiento, respiración y agua temperada lo transforma en algo que trabaja alén de los puros límites físicos.

Ciertas personas, de pronto, se hacen más siendo conscientes de sentimientos y memorias que han limitado su forma de ser y existir en el planeta. Otras descubren el origen de sus tensiones o bien el sitio donde las amontonan físicamente y aprenden a manejarlas mejor y más de forma positiva.

La vida diaria de una manera positiva

El probar una mayor flexibilidad y libertad en el agua se traduce en la utilización de esas cualidades en la vida diaria de una manera positiva

De forma afín que en el Zen y el Shiatsu, el principio esencial es el de “ser / estar, no hacer” en el masaje en el agua el terapeuta no dirige a sus pacientes a tener una experiencia particularmente.

Su primordial pretensión y foco es mantenerlos, apoyarlos, flotarlos y aproximarlos a cualquier situación en la que se sumerjan. No es una técnica para solventar, es una técnica para llevar a la persona a sus fuentes y medios de autocuración, provee los medios por los que las personas tienen acceso a su totalidad.

No existen límites que se puedan marcar para las necesidades individuales. Los terapeutas anatómicos se hallan con que pueden calmar incontables condiciones físicas y psíquicas con este procedimiento. El trabajo acuático ha ayudado a personas discapacitadas, minusválidas, deprimidas y depresivas…

La sesión de masaje en el agua puede ser una genial forma de terapia y/o sencillamente algo exageradamente relajante y agradable.