Articulo de Reflexiones sobre Debo aprender.
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Debo aprender
Debo aprender
Yo, que creí saber tanto a este respecto a las relaciones cariñosas, recientemente, involuntariamente y sin darme cuenta, en la mitad de un amor y otro, he observando mis experiencias, mis aciertos y sobre todo mis fallos, he visto que en materia de amor, incluso me falta tanto de: APRENDER, por ENTENDER, por CAMBIAR, por CORREGIR, por ACEPTAR, y por MEJORAR.
DEBO APRENDER:
Que enamorarme no es obsesionarme ni irme a los extremos.
Que no debo poner toda la motivación de mi vida en una persona.
Que es bueno ser como soy, siempre que eso no implique irrespetar a quien este conmigo.
Que no es bueno sobre valorar, endiosar, ni idealizar a absolutamente nadie. Por el hecho de que todos somos humanos, y no debo aguardar de mi pareja pero de lo que debo aguardar de un humano.
DEBO ENTENDER:
Que no se debe suplicar amor y que una relación de pareja no es para vivir angustiado.
Que la comodidad que me ofrece la rutina es falsa, por el hecho de que la vida esta en incesante cambio, de ahí que en preciso aprender a permitir la falta de seguridad natural que se maneja la vida rutinaria.
Que si pretendo tener una relación de adulto, debo comportarme como tal.
DEBO ACEPTAR:
Que en el amor, como cualquier otra cosa en la vida, existen los tropiezos, las caídas, los dolores y el temor el que hace complicar pero las cosas.
Que en ciertas ocasiones es preciso pasar por un enorme dolor para conocer una enorme dicha, en tanto que en ocasiones el suelo del fondo es el más capaz para saltar.
Que el sentir algo el día de hoy, no implica que lo sienta mañana y como me dejo gozar asimismo debo dejarme plañir, puesto que el dolor es una parte de la vida, del mismo modo que el placer.
Que los planes pueden desaparecer en un momento, por el hecho de que el futuro de mueve como el desee y no como a mi me de la gana. Si este me deja hacer ciertas cosas sobre él, he de estar lamentándome por todo cuanto pude hacer.
Que alrededor del amor, la sociedad ha creado muchas cosas que son un fraude. De ahí que debo dejar de volverle la cara a la verdad solo por continuar una falsa comodidad o bien por temor al dolor. Si la vida me prueba que aquello en lo que puse mi corazón es una patraña, debo aceptarlo; llorándome, desahogándome y renaciendo como una nueva persona que voy a ser.
DEBO MEJORAR mi auto estima:
A fin de que la partida de alguien quien deseo no me haga sentir menospreciado
Para no ser tan sensible al abandono.
A fin de que no hiera mi ego.
Para no acabar pensando que me dejaron por feo o bien por estúpido.
Para admitir sencillamente que funciono el tiempo que debía marchar.
Para no arrastrarme poniéndome de alfombre a los pies de absolutamente nadie.
DEBO ACEPTAR que a quien le agrado el día de hoy, no es seguro que le complazca mañana. Y eso no tiene por el hecho de que ofenderme
Si admito que en ocasiones las personas no pueden dar más.
Si admito que quien esta conmigo está en su derecho a no estarlo.
Si admito que a quien amo está en su derecho a tomar sus resoluciones, auque a mi no me complazcan.
DEBO RECORDAR que en ocasiones, lo bueno se consigue aguardando y presionando se arruina. De ahí que es preciso tener paciencia, aguardar reposadamente y RECORDAR.
que la impaciencia es producto de un impulso sensible que quizá pronto pasase.
Que la impaciencia ahoga a quien este conmigo.
Que la presión se puede transformar en irrespeto.
Que tomar una resolución mientras que estoy impaciente es peligroso, por el hecho de que estoy influido por un estado sensible extremo y pierdo toda objetividad, ahí no va mi verdad, va mi impulso y podría ser algo de lo que me arrepienta.
Además de esto si no soy paciente voy a ver como sufrimiento el tiempo que estoy en espera.
DEBO APRENDER a no ser posesivo. El que alguien se valla no es perder a una pertenencia que a mi me agradaba mucho. Mi pareja no es mía, es prestada y su dueño está en su derecho a llevársela cuando desee. Y auque ser dueño de alguien brinde pero seguridad que tenerlo prestado, debo comprenderlo que es una ilusión, Auque piensa que es mía, no lo es, por lo tanto:
No puedo decidir sobre la vida de quien este conmigo.
No puedo aguardar a que haga solo lo que desee.
No puedo supervisarle, manipularle, apropiarme de ella ni supervisar su destino.
No debo demandarle a la vida pues me quito lo que me presto.
Mas sobre todo, DEBO APRENDER QUE NUNCA DEJARE DE APRENDER, y mientras que progresivo aprendiendo, debo dejarme vivir y sentir. Y ahora, que me comienzo a recobrar de los dolores que padecí merced a que ni tan siquiera había aprendido que había mucho que aprender, lo único que me queda es tomar un enorme suspiro y decirme a mi mismo
¡Bueno amigo volvamos a comenzar!
