Logopedia y técnica Alexander

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Logopedia y técnica Alexander

¡Cuidado con la rigidez!

¿Cómo nos puede ayudar la Técnica Alexander en estos casos?

¡Cuidado con la rigidez!

Con frecuencia, en la práctica profesional, nos hallamos con que los pupilos de logopedia, al lado de la disfunción por la que asisten al reeducador, presentan asimismo una excesiva rigidez en ciertas unas partes del cuerpo que complica (en ocasiones en demasía) la reeducación.

En ocasiones se le aconseja que se “relaje” o bien intente vivir “mas tranquilamente” a fin de que de este modo esa tensión incorrecta se reduzca y el proceso logopédico pueda evolucionar con más velocidad.

Muchos de esos intentos por la parte del paciente por “relajarse” terminan por no ser efectivos, en parte por el hecho de que el paciente no relaciona su inconveniente con esa tensión en una parte que no debe ver con el sitio donde advierte su inconveniente y, sin comprender bien lo que significa “que debe relajarse”, termina por desamparar la actividad con la que pretendía “relajarse”.

El inconveniente que advierte el logopeda (mas no el paciente) se transforma en una interferencia tanto en la evolución del paciente como en el propio trabajo del logopeda.

¿De qué manera nos puede asistir la Técnica Alexander en estos casos?

La técnica Alexander cumple con perfección esa función, no solo por que se ha probado como muy eficiente en el campo del control anatómico, desde la perspectiva de la tonificación muscular y mejora de la postura, respiración y coordinación, sino más bien por la enorme eficacia en el momento de dar herramientas para aprender. O sea, es un procedimiento que nos enseña como “aprender a aprender”, sea como sea la actividad que deseemos o bien progresar.

En el caso de disfunciones del habla nos hallamos con que muchas de estas no afectan únicamente al aparato vocal (quijada. lengua, labios, laringe etcétera) sino hay tensiones (o bien atonías) en diferentes unas partes del cuerpo, o sea la reeducación no se debe enfocar únicamente desde el punto de vista local, sino más bien general de todo el funcionamiento del cuerpo, lo que en la jerga de los profesores de la técnica Alexander llamamos “uso de nosotros mismos”.

Un caso para aclarar este razonamiento

Alguien llega a la consulta con una afonía: al lado de la exploración otorrinolaringológica preceptiva para diagnosticar si las cuerdas vocales padecen alguna perturbación, el maestro de la técnica Alexander observa las sobretensiones que el pupilo “hace” en su cuerpo (en su cuerpo, no solo en el cuello, boca, laringe, etcétera) en el momento de charlar.

En dependencia de los casos observamos, por poner un ejemplo, una enorme rigidez en el cuello, un jadeo en el momento de respirar (de manera frecuente la inspiración por medio de la boca, con la coherente sequedad de la laringe) y asimismo tensiones en los hombros, cadera o bien rodillas.

El trabajo combinado entre el logopeda y el maestro de técnica Alexander harían que, en un caso así, la afonía desapareciese con considerablemente más velocidad, pues aparte de la técnica logopédica recomendable en un caso así, podríamos quitar todas y cada una esas tensiones que interfieren en el habla del pupilo y en el procedimiento terapéutico del logopeda.

Exactamente el mismo procedimiento se aplicaría a personas con complejidad para vocalizar un determinado sonido o bien a un paciente con tartamudez. (Ver el capitulo “El tartamudo”, del libro El Empleo de Si Mismo de FM Alexander, Ed. Urano)

Observar como la persona “utiliza” su cuerpo

Los profesores de Técnica Alexander no estamos listos para hacer diagnósticos médicos, mas sí estamos listos para observar esmeradamente la repercusión del “uso” del pupilo sobre el funcionamiento de sus mecanismos posturales y de la respiración.

Podemos percibir de manera inmediata exactamente en qué forma la persona hace “uso de sí misma”, si al moverse está reduciendo su estatura o bien aumentándola, si su torso y espalda se expanden o bien contraen, la fluidez de sus movimientos, su equilibrio, si su respiración es fluida o bien no, la resonancia de su voz…

Nuestro trabajo es asistir a mudar las reacciones frecuentes asociadas a este “uso”. Sin esos datos el diagnóstico jamás va a ser completo. El “uso” es un factor esencial en el proceso total de diagnóstico, pues el “uso” afecta por completo al funcionamiento del organismo.