Pipis y cacas de perros y gatos, conflictos y soluciones

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Pipis y cacas de perros y gatos, conflictos y soluciones

Pipís y cacas de perros y gatos producidos por una ansiedad por separación

¿Qué podemos hacer en este caso?

Pipís y cacas de perros y gatos producidos por una ansiedad por separación

Es contraproducente reñir a nuestra mascota cuando llegamos y nos hallamos “el regalito”. Si bien nos enojemos debemos rememorar que los perros solo tienen una memoria asociativa inmediata. Esto quiere decir que si han pasado más de ¡tres SEGUNDOS! entre la buena o bien la mala acción y el premio o bien castigo que le damos ya no sabe porqué ha sido.

¿Qué podemos hacer en un caso así?

Si es un cánido dependiente considera que lo pasa mal y que cuanto más cariño le des más deseará en tanto que su desequilibrio sensible hace que jamás tenga bastante. No le des caricias, atención, comida, ni, por lo general, nada en el momento en que te lo solicite sino más bien cuando decidas. De esta manera premias su independencia y le mandas el mensaje de que le quieres y vas a cubrir sus necesidades sin que deba pelear por este motivo.

Los pipis y cacas de perros y gatos de marcaje territorial

Se acostumbran a dar en perros y gatos macho, sobretodo cuando conviven con alguna hembra. El inconveniente puede agravarse si hay otros machos en la casa, lo que significa competencia. Un buen diagnóstico y tratamiento de las emociones que les llevan a marcar territorio, entre otras muchas la posesividad y la dominancia, pueden tener exactamente los mismos buenos resultados que la castración y, además de esto, vas a estar equilibrando a tu mascota psicológicamente.

Pipís por descontrol sensible

Esto acostumbra a pasar con animales inquietos que se ponen muy intranquilices en el momento de salir a la calle o bien cuando ven que los van a acariciar. Es tal y como si fuesen “desordenados” en todos y cada uno de los sentidos de la palabra. Todo les afecta y todo se lo toman “a la tremenda”.

¿Hay solución?

Deberás ser el que ponga orden y calma en su vida. Sácale a horarios fijos. El número mínimo de salidas a la calle para cualquier cánido es de tres salidas al día. Cuando le pasees déjale olfatear todo cuanto desee y anda despacio, gozando asimismo del camino. De este modo le transmites calma.

Si tienes un can inquieto su temperatura anatómico puede ser un tanto más alta y, por consiguiente, tomará más agua y orinará más. Además de esto, los perros inquietos tienden a desahogar sus nervios comiendo y tomando de manera compulsiva.

¿Y si no saben donde se hacen los pipís?

Lo más probable es que, sencillamente, no tenga claro que lo debe hacer en la calle. Si bien hayas intentado instruirlo son comunes los inconvenientes de comunicación y comprensión entre dueño y mascota. Un fallo usual es “amorrarle” al pipi o bien la caca y reñirle. Lo que acabaremos logrando es que nuestro cánido se coma las cacas. Mas el fallo más habitual es reñirle fuera de tiempo. ¡Recuerda lo de la memoria asociativa!

Pipís y cacas de perros y gatos por resquemor

Los pipis o bien cacas de perros y gatos en nuestra cama, en el sofá, etcétera acostumbran a señalar que nuestra mascota está resentida con nosotros. Debes saber que las contiendas y castigos, especialmente si están mal aplicados, aumentan el “mal rollo” en la convivencia y, por ende, agudizan el inconveniente. Si tu mascota te castiga pues has hecho algo que le ha “ofendido” ante todo sería bueno saber qué es eso que haces que tanto le afecta.

Posibles soluciones

¿Te pasas el tiempo riñéndole, dándole órdenes, etcétera? Si es de esta forma, no te extrañe que vaya amontonando saña. Recuerda que el propósito de cualquier castigo, si bien solo sea reñirle, es alterar su conducta.

Conclusiones sobre el tema de los pipís y cacas de perros y gatos

Las reprimendas y los castigos fuera de tiempo o bien mal aplicados, no solo no sirven para solventar el inconveniente, sino acostumbran a provocar que vaya a más.

Si nuestra mascota orina o bien evacua en casa, debemos asistir lo antes posible a un entrenador, o sea, a un especialista en conducta canina y/o felina. Esta persona va a deber diagnosticar apropiadamente la causa por la que nuestra mascota se comporta de esa forma y tratar no solo la “mala conducta”, sino más bien asimismo dicha causa.