Causas de la pérdida de apetito

Articulo de Nutrición sobre Causas de la pérdida de apetito.

Saber mas acerca de Causas de la pérdida de apetito

Causas de la pérdida de apetito

Pérdida de apetito

Niños que no comen

Pérdida de hambre

Se considera una pérdida de hambre alarmante cuando reducen sensiblemente las ganas de comer a lo largo de un tiempo prolongado. Puede darse en pequeños, ancianos y adultos.

Además de esto, en los últimos tiempos, como coadyuvante en los regímenes de control de peso, se comercializan capsulas y productos para inhibir el hambre. Si bien hay preparados que no entablan peligros para la salud (como los efectuados a base de algas o bien de Plantago ovata), si deseas reducir la ansiedad por comer, es mejor que te decantes por comestibles saludables que llenan sin engordar.

Otra cosa es la pérdida de hambre por múltiples circunstancias. Ni que decir debe si esta falta de deseo por el alimento es transitorio, no tienes por qué razón preocuparte, mas si se extiende en el tiempo y/o va acompañado de una bajada de peso notable, entonces vas a deber prestar la debida atención y, de ser posible, preguntar con un profesional médico.

Pequeños que no comen

Pese a que a ciertas mamás les resulta prácticamente angustiosa la hora de el alimento pues sus pequeños no desean probar mordisco, acá solo vamos a tratar las causas que pueden reducir las ganas de comer en los pequeños. Si tu pequeño, de súbito, ha dejado de comer, puede deberse a:

Que esté incubando algún virus o bien bacteria sin mayor relevancia, como un catarro común.
Cambios de estación o bien de condiciones climatológicas. Los pequeños se desganan con el calor.
Por ansiedad debido a mudanzas, alteres de su rutina rutinaria o bien viajes (aun si son por placer o bien vacaciones).
Por situaciones de agobio en el instituto o bien en el hogar. Si no identificas la causa (por el hecho de que no se desarrolle en el ambiente familiar), debes preguntar con sus profesores. Muchos pequeños ocultan una situación de acoso escolar dejando de comer.
Si las circunstancias se da en la familia, debes hacer un sacrificio por sostener un ambiente lo más agradable posible cuando el pequeño esté en casa. Los pequeños van a dejar de comer si hay divorcios, fallecimientos o bien si se dan cuenta de percances graves.
La familia ha de estar atenta a posibles síntomas (rechazo de el alimento, malhumor, delgadez extrema, obsesión…) que pueda apuntar una anorexia inquieta.

Causas de la pérdida de hambre

En la vida adulta debemos distinguir de producirse en un hombre o bien en una mujer. Si es en este último caso y:

Si estás en edad de concebir, cerciórate de que no estás encinta. A lo largo de las primeras semanas de gestación se aguza el olfato provocando que se rechacen ciertos comestibles o bien que se pierda el hambre.

Tanto para hombres para mujeres, de cualquier edad, debes tener en consideración que:

Los cambios en el trabajo, la ansiedad laboral, inconvenientes familiares, enfermedades propias o bien de tus seres queridos pueden provocar una pérdida de hambre y, con el tiempo, un adelgazamiento poco saludable.
Los divorcios, el desempleo o bien el descalabro en pruebas o bien exámenes están irremisiblemente asociados (salvo en individuos con una salud sicológica espléndida) con una desgana en todos y cada uno de los campos.
Observa tu estado anímico, en tanto que la depresión acostumbra a cursar con una falta de deseo extendida. Si piensas que te estás acercando a esta enfermedad, consulta con tu médico de manera inmediata.
Solo enfermedades muy graves, como el cáncer de páncreas, cursa con una pérdida de hambre.
Asimismo acostumbra a estar asociada a tratamientos farmacológicos diferentes. Si es de este modo, tu médico te va a tener al tanto a fin de que no te alarmes sin necesidad.

Ten presente que cualquier inconveniente puede hacer perder la ganas de comer. En un caso así puedes entrar en un bucle peligroso: no te nutres apropiadamente y, por ende, no puedes hacer en frente de las responsabilidades al día. Esto produce más ansiedad y vas reduciendo la ingesta y, con el tiempo, aumentan las posibilidades de enfermar, tanto de cuerpo como de psique.