Clases de chorros de agua terapéuticos

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Clases de chorros de agua terapéuticos

Chorros y duchas ¿son lo mismo?

Como actúan los chorros de agua terapéuticos

Chorros y duchas ¿son lo mismo?

Los chorros de agua son diferentes a las duchas. Esta diferencia radica en como es la salida del agua: en la ducha sale por múltiples agujeros y en los chorros solo por uno, que se orienta a la una parte del cuerpo que se desee tratar.

Como actúan los chorros de agua terapéuticos

Los chorros de agua terapéuticos se dirigen a diferentes unas partes del cuerpo.
Cada zona externa que recibe los chorros tiene influencia en los órganos internos.

Chorros en rodillas y muslos actúan sobre las hemorroides y la vejiga.
Los chorros en brazos, pechos y espalda actúan sobre órganos respiratorios y cardiovasculares.
Los chorros de temperatura ascendiente o bien caliente son eficientes para calmar las tensiones en la columna vertebral.
Asimismo son efectivos para calmar las enfermedades crónicas de las vías respiratorias.

Diferentes clases de chorros de agua terapéuticos

Chorros sin presión: en este género de chorros el agua cae sin presión sobre el cuerpo y el agua puede ser fría, caliente o bien alternadas. Son recomendables para calmar el dolor y las contracturas musculares.
Chorros de presión: se aplican con una manguera por la que el agua sale con mucha fuerza, a una distancia de tres o cuatro metros y con una duración de tres a cinco minutos. Son ideales para alentar la circulación. Han de ser administrados siempre y en todo momento bajo prescripción médica y por personal especializado. Las distancias y las distintas presiones han de ser reguladas adecuadamente.
Chorros subacuáticos: Estos se distinguen por la manera de su aplicación puesto que esta se efectúa bajo el agua. El chorro se aplica a través de una manguera ubicada a unos veinte centímetros de la zona a tratar, la temperatura del agua del chorro es entre dos y 5º C más alta que la de la bañera. Las turbulencias producidas por el chorro de agua generan el masaje, es conveniente eludir zonas frágiles. Es recomendable como procedimiento de relajación y para tratar zonas con contracturas, asimismo en tratamientos de adiposidades localizadas.