Conservantes alimentarios y otros aditivos

Articulo de Nutrición sobre Conservantes alimentarios y otros aditivos.

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Conservantes alimentarios y otros aditivos

Origen de los conservantes alimentarios

¿Qué son los aditivos y conservantes alimentarios?

Origen de los conservantes alimenticios

A lo largo de la prehistoria, el hombre ha resuelto el tema de la conservación de comestibles con diferentes métodos. En el paleolítico lograban retrasar la descomposición de las carnes con el ahumado. Después en el neolítico se introdujeron otros métodos o bien conservantes alimenticios como la salazón o bien la utilización de la cochinilla.

Miles y miles de años después los egipcios e inclusive los romanos incorporaban colorantes, condimentas y aromas con el objetivo de alterar el aspecto y sabor de los comestibles.
En la cocina tradicional se emplean diastasas, colorantes y espesantes para conseguir platos más deseables y seguros.

¿Qué son los aditivos y conservantes alimenticios?

Los usuarios demandan cada vez mayor pluralidad de productos, de simple preparación, que contengan los nutrientes convenientes, con completa seguridad y a bajo costo.

El desarrollo de técnicas nuevas científicas ha sido clave para el descubrimiento de nuevas substancias, como los aditivos y conservantes alimenticios, que pueden ser usadas por la industria alimenticia para conseguir estos beneficios, cumpliendo con sus objetivos de productividad y seguridad.

Esto solo es posible con la utilización de estos aditivos alimenticios, que den la estabilidad en las cualidades de los comestibles y los resguardan de las condiciones ambientales, temperatura, humedad y posible exposición a microorganismos.

¿Quién garantiza la seguridad de los aditivos?

En Europa, ya antes de conseguir la autorización de usos de un aditivo, este ha de ser sometido a un control riguroso y estricto por la parte del Comité Científico para la Nutrición Humana. Las condiciones de empleo son establecidas en la Directiva Marco 89/107/CEE del Consejo y 3 específicas: Directiva 94/35/CE relativa a los edulcorantes, Directiva 94/36/CE relativa a los colorantes y la Directiva 95/2/CE relativa a los aditivos alimenticios diferentes de los colorantes y edulcorantes (entre ellos los conservantes alimenticios)

Internacionalmente hay otro Comité Conjunto de Especialistas en Aditivos, en coordinación con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Nutrición) y la OMS (OMS).

Los niveles aceptados para cada uno de ellos de los aditivos son calculados con un margen de seguridad amplísimo (cien veces superior), de manera que puede ser consumido diariamente sin que suponga ningún peligro para la salud.

¿Cuáles son los primordiales aditivos alimenticios?

Hay algunas alteraciones en la utilización de aditivos alimenticios de unos países a otros. En España la lista autorizada y los requisitos que deben cumplir se hallan recogidos en el R. D. 3177/1983 de dieciseis de Noviembre.

Los aditivos alimenticios tienen asignado un número de identificación antecedido de una letra “E”, que nos señala que ha sido aprobado por la directiva de la UE.

La numeración corresponde a las peculiaridades de las sustancias:

Y también 1xx: Colorantes.
Y también 2xx: Conservantes alimenticios.
Y también 3xx: Antioxidantes.
Y también 4xx: Estabilizantes, emulgentes, gelificantes y espesantes.
Y también 5xx: Substancias minerales y correctores de la acidez.
Y también 6xx: Potenciadores del sabor.
Y también 9xx y Y también 15xx: Edulcorantes y otros aditivos.
Y también 11xx: Enzimas.
Y también 14xx: Almidones cambiados.

¿Los aditivos y conservantes alimenticios provocan alguna reacción?

Este es un tema que preocupa a los usuarios. A lo largo de la década de los setenta, en ciertos medios, se sugirió la posibilidad de que los aditivos pudiesen relacionarse con hiperactividad. Hoy día, cuarenta años después, no existe evidencia a nivel científico que pruebe que ninguno de ellos genere estos inconvenientes de comportamiento.

De manera contraria a ciertas informaciones, no contrastadas a nivel científico, que se difunden en ciertas redes sociales y medios de difusión, los aditivos y conservantes alimenticios en rarísimas ocasiones pueden generar reacciones alérgicas propiamente dichas.

Ciertos de ellos, no obstante, alguna vez pueden provocar reacciones desfavorables leves, como erupciones cutáneas, urticaria, cefalea y, con una incidencia bajísima, asma en personas sensibles, siendo la mayor parte de las veces un empeoramiento de la condición alérgica que existía previamente.

¿Qué hemos hacer en estos casos?

Ante cualquier duda, se aconseja mirar el etiquetado y caso de que exista la posibilidad de sensibilidad a un conservante alimenticio (o bien otro género de aditivo) eludir su consumo.

Frente a la aparición de cualquier síntoma se debe asistir al profesional sanitario conveniente para valoración.

Finalmente, no debemos olvidar, que aun los comestibles logrados de la manera más natural no están exentos de peligros. A priori, no sería aconsejable consumir ningún comestible que no ofrezca las garantías de seguridad establecidas por la normativa pertinente.