Violencia psicológica, identificando el abuso

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Violencia psicológica, identificando el abuso

Historia de los malos tratos

Violencia psicológica, ¿la más perversa?

La violencia en la pareja es una lacra social que afecta a todos por igual, absolutamente nadie está libre de padecerla.

La peor violencia no es la más perceptible. Los comportamientos desmesurados y también intimidaciones someten a las mujeres a una situación de dominación, cayendo en una trampa, en un género de violencia sicológica, bastante difícil de desamparar.

Historia de los malos tratos

A los malos tratos no se llega de la noche a la mañana, la clave se encuentra en los primeros años de convivencia. El maltrato acostumbra a comenzar de manera lenta, destrozando la autoestima de la pareja y transformándola en una persona temerosa y también insegura, es el maltrato o bien violencia sicológica.

Violencia sicológica, ¿la más malvada?

En los malos tratos de pareja, los ataques sicológicos son los más peligrosos; ocasionan tanto daño como las agresiones físicas y conllevan consecuencias más graves, todas y cada una de las víctimas coinciden en esto.

Además de esto, como asevera la doctora Hirigoyen: “Existen formas de violencia donde uno de los miembros de la pareja, sin asestar ni un golpe, logra destruir al otro”.

Se trata de un maltrato muy sutil, el terror se empieza con una mirada despreciativa, una palabra degradante o bien un tono amenazador. El propósito es probar quién tiene el poder, someter al otro y supervisarlo, es la violencia sicológica.

Si bien las mujeres sean las primordiales víctimas de los malos tratos en la pareja, la violencia no es patrimonio exclusivo de los hombres. Las mujeres se valen más de forma fácil de la violencia sicológica o bien la manipulación malvada. Como en el caso de los hombres, forma un instrumento de dominación.

En los primeros estudios de violencia de pareja se distinguía la violencia verbal de la violencia sicológica, en la actualidad sabemos que son inseparables. Como asevera la doctora Hirigoyen, “ciertas palabras matan con tanta certidumbre como los golpes”.

Los malos tratos y la Violencia cíclica

Los primeros especialistas que estudiaron la violencia de pareja, describieron que se manifiesta en forma de ciclos, es la forma más usual si bien no la única.

Este ciclo de violencia se desarrolla en 4 fases y de forma repetitiva. En todos y cada etapa aumenta el riesgo para quién la está sufriendo:

Fase de tensión: de irritabilidad del hombre, relacionada según él, con preocupaciones o bien contrariedades de la vida rutinaria. El hombre acostumbra a inculpar a la mujer de las frustraciones y agobio que hay en su vida. Si la mujer pregunta qué va mal, su compañero responde que no sabe de qué habla, qué no comprende sus protestas. Entonces llega a la violencia verbal y a los insultos, y la mujer se arrepiente de haber preguntado.
Fase de agresión: donde el hombre pierde el control de sí. Se generan chillidos, insultos, amenazas; asimismo puede romper objetos ya antes de llegar a la agresión física. A la mujer, la agresión raras veces le provoca ira, sino tristeza y un sentimiento de impotencia. La mujer se siente indefensa, la única solución que acostumbra a tener es la sumisión.
Fase de disculpas: de arrepentimiento, donde el hombre trata de cancelar o bien disminuir al mínimo su comportamiento. Lo más simple es responsabilizar a su compañera, le ha provocado. El hombre solicita perdón, jura que no se va a repetir, que va a ir al sicólogo, etcétera Todavía más, el hombre aprovecha para justificarse hablando de su niñez desgraciada y haciendo chantaje emocional: “Si me abandonas, me muero”. “Sólo puedes ayudarme”.
Fase de reconciliación: asimismo llamada fase de “luna de miel”, donde el creador del maltrato desea compensar todo lo ocurrido, y de súbito se muestra atento y cariñoso. A lo largo de esta fase, las mujeres recobran la esperanza, en tanto que vuelve el hombre cautivador que conocieron y, piensan equivocadamente que con amor cambiará. El comportamiento de su compañero, a lo largo de la fase de reconciliación, la invita a quedarse. De esta manera, el ciclo de violencia vuelve a empezar…

Indicadores del abuso

Lo que verdaderamente forma el maltrato en la pareja es un modo de relación basado en el control y la violencia sicológica. El maltrato físico no se genera sin que se haya producido ya antes maltrato sicológico.

Prevención

Para lograr reducir las tremendas cifras de maltrato en la pareja, es necesario intervenir desde sus primeros signos; o sea, mucho antes que aparezca la agresión física.

Se debe poner punto y final a la relación, no cayendo en la trampa del arrepentimiento y la seducción, un círculo cerrado que pone en juego la integridad de las victimas.

Bibliografía: Marie-France Hirigoyen. “Mujeres maltratadas. Los mecanismos de la violencia en la pareja”. Editorial Paidós. dos mil seis.