Causas de la adicción al azúcar

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Causas de la adicción al azúcar

¿Adicción al azúcar o placer?

¿De qué azúcar hablamos?

¿Adicción al azúcar o bien placer?

Relacionamos el azúcar con amor, cariño y placer inmediato; al tomarlo, el cerebro libera dopamina y serotonina, creando la sensación de bienestar temporal. La adicción al azúcar puede ser producida por el exceso de señales de recompensa que recibe el cerebro y que exceden nuestra capacidad de auto-control.

La delgada línea entre adicción al azúcar y placer depende de la sensación de necesidad y empleo de este en nuestra vida. Existen personas que toman azúcar durante todo el día, sienten que lo precisan y les sería bastante difícil prescindir a lo largo de dos días, otras en cambio, lo toman muy puntualmente y el placer dulce no se transforma en necesidad. Valorar el grado real de adicción al azúcar es esencial para comenzar a tomar consciencia y proponer una solución conveniente.

¿De qué azúcar charlamos?

Nos referimos sobretodo al azúcar blanco y refinado, al azúcar moreno (parcialmente “limpiado”), la glucosa o bien dextrosa y el jarabe de maíz. Los hallamos en chucherías, refrescos, jugos, pan, bollería, repostería, salsas preparadas, cereales de desayuno, papillas de bebé, café, conservas, snacks salobres y embutidos.

Efectos del azúcar

Los más sensibles a estos efectos son los pequeños, con un sistema inquieto y organismo en desarrollo.

Cambios del estado de ánimo: Su veloz absorción en sangre causa una excitación física y psíquica con un siguiente “bajón” de ánimo y cansancio, lo que alienta a tomar azúcar nuevamente. Cambios tan bruscos de azúcar en sangre generan un debilitamiento en los mecanismos reguladores del metabolismo (pre-diabetes y diabetes) y del sistema inquieto, lo que acarrea cansancio, irritabilidad, agresividad y debilidad general.
Sustrae vitaminas y minerales: El azúcar no lleva vitaminas ni minerales, imprescindibles para su empleo en el cuerpo, con lo que los sustrae de otros comestibles o bien del mismo cuerpo, robando vitaminas del conjunto B (del sistema inquieto) y minerales (sobretodo magnesio).
Desgasta los huesos: Acidifica la sangre y para contrarrestar este efecto se libera calcio de los huesos que más tarde se suprime por orina. Hurta calcio.
Aumenta las grasas: Contiene muchos hidratos de carbono en pequeñísimo volumen, lo que deja introducir en el cuerpo cantidades enormes de calorías, abocadas a ser guardadas en forma de grasa. Asimismo puede acrecentar el colesterol y otras grasas de la sangre haciéndonos aspirantes a las enfermedades cardiovasculares.
Favorece las infecciones y desgasta las defensas: El azúcar reduce la contestación de los glóbulos blancos ante bacterias. Es el comestible de parásitos, hongos y bacterias. La eliminación del azúcar refinado deja de forma frecuente acabar con las infecciones crónicas o bien de reiteración.

Posibles causas de la adicción al azúcar:

La adicción al azúcar es un síntoma que nos habla de la persona: el cuerpo, las emociones y la psique. Si escuchamos el cuerpo atentamente podemos localizar cuál es la raíz el inconveniente y aportar la más conveniente solución.

Ciertas posibles causas de la adicción al azúcar son:

Inconvenientes emocionales: depresión, ansiedad, agobio, frustración o bien cólera reprimida. En medicina china vemos que estas emociones bloquean el hígado y aparece más apetencia por el dulce.
Agotamiento físico o bien mental, falta de reposo o bien hipotiroidismo: el azúcar es la manera más veloz asociada a “sentirnos” nutridos y con energía. Un vacío energético de riñón o bien bazo puede solventarse si sabemos identificarlo.
Infecciones o bien parásitos: lombrices, bacterias, hongos… se nutren de azúcar y nos hacen sentir más necesidad de este.
Exceso de sal: genera la necesidad de tomar un exceso de azúcar para compensar extremos yin y yang.
Dieta no equilibrada: no comer lo que precisamos ni en el instante conveniente. Saltarse comidas, falta de proteínas y otros nutrientes. Comer exceso de hidratos de carbono refinados (pan blanco, pasta). Es preciso hacer una valoración adaptada para identificar el desequilibrio nutricional.
Falta de cromo: cuando hay resistencia a la insulina (pre-diabetes) y diabetes.
Falta de agua: de forma fácil puede interpretarse como apetito lo que realmente es sed.

¿De qué manera tratar la adicción al azúcar?

Es muy aconsejable asistir a un especialista para trabajar el inconveniente de raíz y de forma adaptada.

Acupuntura: armoniza los órganos y energía que en desequilibrio pueden promover la adicción al azúcar, equilibra el sistema inquieto y facilita la desintoxicación al azúcar. Tener apetencia por azúcar puede enseñar un debilitamiento de riñón, páncreas o bien desequilibrios en hígado.
Naturopatía: ciertos suplementos indicados son (Es conveniente tomarlas con una meta terapéutico específico y bajo supervisión profesional):

Picolinato de cromo: es parte del factor de tolerancia a la glucosa, favorece la acción de la insulina dejando que se sostenga el nivel de azúcar con niveles más bajos de insulina. Reduce las ganas de dulce.
Vitaminas del conjunto B: mejoran la capacidad del páncreas por administrar la insulina y alimentan el sistema inquieto haciéndolo más fuerte frente a la ansiedad, agobio y ánimo bajo. Está en la diastasa de cerveza y cereales integrales.
Triptófano, L-teanina: calmantes naturales, bajan el antojo por dulce y reducen la ansiedad y agobio.
Cinc-níquel-cobalto: oligoelementos que mejoran la relación páncreas-cerebro, ayudando en la apetencia al dulce, pre-diabetes, diabetes y obesidad.
Plantas que bajan o bien regulan el azúcar: travalera, centaura, fenogreco, copalchi, vainas de judías verdes bajan el azúcar, la estevia regula el metabolismo y ganas de azúcar.
Plantas depuratorias del hígado: boldo, alcachofera, cardo mariano calman el agobio y sensación de estancamiento o bien frustración.

Alimentación energética

Ser dulces con nosotros mismos y con el resto.
Comer de manera regular para eludir tener mucha apetito o bien una bajada brusca de glucosa en sangre y de esta manera eludir un antojo de azúcar. Eludir desayunar con azúcar, el cuerpo lo solicitará menos a lo largo del día.
Acrecentar el dulce natural: cereales integrales, zanahorias, boniatos, chirivía, manzana dulce, frutas, frutas secas.
Consumir menos comestibles salobres. Un extremo de comestibles yang (sal, carne, embutido, queso) se compensa con comestibles yin, azúcar.
Hidratarse, la carencia de agua puede interpretarse como apetito y ganas de azúcar.
Eludir adquirir y tener dulces en casa. Identificar donde está es esencial puesto que está en muchos alimentos: maíz de conservas, dátiles… Leer las etiquetas. Eludir edulcorantes artificiales. Las melazas poseen disolventes y la fructosa aumenta las grasas.
Opciones alternativas sanas: azúcar integral de caña o bien rapadura, sirope de manzana, jarabe de arce, amasake y estevia (no sintética de “supermercado”). No abusar pues asimismo suben el azúcar (salvo la estevia). Emplear yerbas aromatizadas y especias: regaliz, canela, vainilla natural, nuez moscada, cardamomo, clavo.
Tomar menos cafeína: esta afecta a los niveles de azúcar en sangre y deseca. Mejor tomar tés.
Comestibles-fármaco como el kuzú y la umeboshi. El Kuzú regula el hígado y también intestinos y ayuda al deshabituamiento de adicciones. La umeboshi suprime el exceso de azúcar, limpia el cuerpo y reduce la apetencia de comestibles extremo yin o bien yang, alcalinizando la sangre.
Desplazar el cuerpo y un buen descanso: dormir bien y relajarse para eludir estar agotado y utilizar el azúcar como fuente de energía veloz.

Conclusión

La adicción al azúcar afecta a muchas personas silenciosamente. No hace falta ser alarmistas, mas sí ser siendo consciente de nuestra relación con el azúcar y sus efectos en nuestra vida, salud y bienestar. El paso inicial es informarse de los efectos que tiene el azúcar en el cuerpo y psique.

Valorar las posibles causas y origen de la apetencia al azúcar y plantear un plan terapéutico para convertir la adicción al azúcar. Conforme el grado de necesidad es muy recomendable fortalecer con terapias naturales para tratar el origen. Hay que tomar en consideración que por muy pequeño que sea el empleo del azúcar aparece el síndrome de abstinencia: mal humor, ansiedad, cefalea, malestar, es temporal y pasa.

Un buen inicio es ir pasito a pasito reduciendo el consumo de azúcar actual y comprometerse veintiuno días a prosperar en un aspecto concreto: no tomar refrescos, eludir el alimento de repostería, tomar más agua o bien ser más dulce con uno mismo.