Clasificación y funciones de los Carbohidratos

Articulo de Nutrición sobre Clasificación y funciones de los Carbohidratos.

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Clasificación y funciones de los Carbohidratos

¿Qué son los carbohidratos?

Clasificación de los carbohidratos según su composición

¿Qué son los hidratos de carbono?

Asimismo llamados glúcidos, hidratos de carbono o bien azúcares, los hidratos de carbono son unas substancias que proceden de la fotosíntesis de los vegetales.

Representan nuestra primordial fuente de energía y deberían formar la mayor fracción de la dieta: se aconseja que más o menos un cincuenta y cinco por ciento de las calorías que consumimos proceda de los hidratos de carbono. Podemos localizarlos en la mayor parte de comestibles de origen vegetal y en una pequeña proporción en la leche y derivados.

Clasificación de los hidratos de carbono conforme su composición

Los diferentes géneros de hidratos de carbono que hallamos en los comestibles se clasifican en:

Azúcares. En este conjunto tenemos la glucosa, presente en la mayor parte de comestibles de origen vegetal; la fructosa de la fruta y de la miel, y la galactosa, que hallamos en la leche y en vegetales.
Almidones o bien féculas. Están en los cereales, los tubérculos (patata, boniato), las castañas, la calabaza y hortalizas de raíz como la remolacha, la zanahoria y el nabo.
Celulosa o bien fibra. La hallamos solamente en los comestibles vegetales (frutas y hortalizas, legumbres, cereales en grano). Si bien nuestros intestinos no la pueden digerir, aporta muchos beneficios al organismo, entre aquéllos que cabe destacar los siguientes:

Regula el tránsito intestinal.
Provoca sensación de saciedad.
Regula los niveles de colesterol.
Controla los niveles de glucosa en sangre.
Favorece el desarrollo de vegetación intestinal ventajosa.
Ayuda a la prevención del cáncer de colon.

Clasificación de los hidratos de carbono conforme la velocidad de absorción

Los hidratos de carbono que consumimos por medio de los comestibles, excepto la fibra, se asimilan a nuestro organismo tras padecer una serie de transformaciones que se generan merced a las enzimas del intestino delgado.

Conforme la velocidad de absorción intestinal, podemos clasificar los hidratos de carbono en los próximos tipos:

De absorción muy rápida: jugos de fruta, miel, azúcar, melazas…
De absorción rápida: frutas enteras, pan blanco, harinas blancas, arroz blanco…
De absorción lenta: verduras, hortalizas, legumbres y cereales integrales…

Hay que tomar en consideración que en la velocidad de absorción de los hidratos de carbono intervienen otros factores aparte de la composición de exactamente los mismos. De esta forma, por poner un ejemplo, el contenido de proteínas y de grasas de los comestibles o bien el tiempo de cocción son factores que pueden alterar la velocidad de absorción de los azúcares. Por tales razones ciertas clasificaciones prefieren distinguir entre:

Hidratos de carbono simples (que corresponderían a los de absorción veloz).
Hidratos de carbono complejos (que corresponderían a los de absorción lenta).

Funciones de los hidratos de carbono en el organismo

La primordial función de los hidratos de carbono es energética: proveen energía, que es aportada en forma de glucosa, a todas y cada una de las células del organismo. Aun ciertas de ellas, en concreto las del cerebro, solo pueden emplear glucosa como fuente de energía. Es por este motivo con lo que el consumo de glúcidos es tan esencial para el buen funcionamiento del sistema inquieto.
Los hidratos de carbono asimismo ejercitan una función energética de reserva: tras la absorción de la glucosa, una pequeña porción de esta se guarda en los músculos y otra parte en el hígado, que servirá para eludir hipoglucemias cuando los niveles de glucosa en sangre sean bajos.
Contribuyen, además de esto, a sostener distintas funciones básicas como la contracción muscular, la digestión y la asimilación de nutrientes o bien el mantenimiento de la temperatura anatómico.
Asimismo tienen una función plástica o bien estructural, esto es, ciertos glúcidos son parte de tejidos esenciales como, por servirnos de un ejemplo, el ADN y el ARN o bien las membranas celulares.

Recordemos, puesto que, que a fin de que los hidratos de carbono puedan desempeñar sus funciones es preciso consumirlos en las proporciones convenientes (en torno a un cincuenta y cinco por ciento de las calorías totales), que pueden cambiar en función de ciertos factores como el ejercicio físico o bien la edad.

Asimismo es esencial conocer, como vamos a ver ahora, qué género de hidratos debemos consumir para sostener una nutrición natural y equilibrada y cuidar la salud.

Los hidratos de carbono más aconsejables

De los conjuntos de hidratos de carbono que hemos visto, los de absorción lenta deberían formar la base de nuestra nutrición. Los hallamos en comestibles naturales y también integrales ricos en fibra, vitaminas y minerales: verduras y hortalizas frescas, legumbres y cereales integrales en grano (y derivados).

Incluimos las frutas en este conjunto de comestibles pues, si bien poseen azúcares de absorción veloz, dan nutrientes esenciales y deben ser parte de una dieta equilibrada y natural.

Resulta conveniente eludir, en cambio, los comestibles procesados y refinados, que no poseen ningún género de nutriente y solamente aportan calorías. Nos referimos a productos como: azúcar refinado, pan blanco, bollería industrial, patatas fritas de bolsa, cereales de desayuno, jugos industriales, refrescos, etcétera