Articulo de Vida sana sobre ¿Cuál es el mejor modo de encarar una crisis de pareja?.
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¿Cuándo podemos hablar de crisis de pareja?
Síntomas de la crisis de pareja que se ven desde fuera
Después que dejan de sonar los violines de los primeros instantes, el velo de la seducción comienza a deslizarse y entonces cada miembro de la pareja empieza a ser genuino.
¿En qué momento podemos charlar de crisis de pareja?
Las diferencias entre la pareja es una forma saludable de reacomodar el lugar de cada uno de ellos, sirve para dejar claro los límites sensibles y físicos y asimismo para saber sobre que factores se mueve cada uno de ellos, ayuda a afinar la convivencia y para armonizar la relación.
Cuando esas diferencias empiezan a producir molestias, brotan las discusiones y con esto las heridas. Si los temas no se tratan con respeto y amor aparecen las primeras grietas, y al corazón no le valen las tiritas. Aparecen las primeras causas de la crisis de pareja.
No ceder, no oír o bien no charlar honestamente son ciertas pautas que enrarecen la relación.
Otra parte esencial a tomar en consideración es que la otra persona comprenda lo que se le quiera trasmitir pues la madurez sensible y la edad de calendario muy frecuentemente no están equiparadas. No vale únicamente decir, sino más bien tener la seguridad que lo dicho sido entendido en su totalidad.
Entendido no desea decir compartido y es, entonces, cuando hay que llegar a un nuevo pacto de convivencia. Es el instante de ponderar si las partes positivas de la relación superan sobradamente las partes negativas.
Síntomas de la crisis de pareja que se ven desde fuera
Desde fuera todo se ve pero claro. Rara vez se puede ponderar con objetividad cuando se está dentro, ni sobre uno mismo ni sobre el otro. Es muy complicado y hay que tener una alta cuota de autocrítica para ser observador objetivo de un inconveniente personal.
Las discusiones, las caras tristes, la irritabilidad y en ocasiones lastimosamente el menosprecio, fuera y en el ambiente familiar, son los síntomas de que algo no marcha bien.
Causas de la crisis de pareja más frecuentes
Las causas de la crisis de pareja son tan infinitas como parejas hay en el planeta mas hay un patrón que se repite y es la pérdida de respeto cara la otra persona y la cancelación de la personalidad. Asimismo la pérdida de la complicidad, reírse de los fallos, cuidar y hacer sentir la relevancia de cada uno de ellos en la vida del otro.
Otra de las causas de la crisis de pareja es la carencia de igualdad cuando hay que trabajar en casa, cuidar los hijos y, habitualmente, trabajar fuera o bien ser el pilar económico.
El hogar es cosa de 2, los hijos son cosa de 2, tanto como la armonía y congruencia en la pareja, que asimismo es cosa de 2.
En la crisis de pareja no hay culpables ni culpados. Hay 2 adultos con capacidad de decidir.
¿Es verdad que ahora hay más separaciones que hace unos años?
Ahora se actúa, ya antes, en la mayor parte de las parejas, se soportaba.
La prueba es que ahora hay personas de setenta o bien pero años que deciden separarse o bien abuelos que comentan aquello de Ojala hubiera natural de esta época.
Ahora asimismo ha alterado las formas y las reglas cuando se toma la resolución de formar pareja. L as personas se conocen pero, se interrelacionan de forma pero fácil, la mujer no está limitada a casarse y cuidar a los hijos, y los hombres no tienen esa pesada carga de ser el sostén inamovible del hogar.
Como buscar soluciones a la crisis de pareja
Las soluciones a la crisis de pareja se deben buscar hasta agotar las posibilidades de reconciliación.
Salvo que sea un caso de maltrato físico o bien sicológico hay que intentar localizar la forma de salvar aquello que hizo que empezaran un camino juntos. Si queda amor, si el respeto prosigue íntegro, si las discusiones o bien las diferencias, si bien hayan hecho daño, tienen la posibilidad de ser olvidadas es posible regresar a comenzar.
Meditar, ponderar y regresar a meditar ya antes de romper lo que todavía puede salvarse. El tiempo de terminar una relación es cuando no hay amor, no hay respeto y las heridas son tan profundas que las cicatrices estarían presentes para rememorar en todos y cada instante el dolor que se ha sentido.
¿Sabías que ?
Cuando se tienen discusiones sobre un mismo tema, una y otra y otra vez.
En el momento en que un tema se transforma en una espiral que no termina jamás, la mejor receta es que los 2, solos, sin nada que los distraiga, se vayan a un sitio donde estar apacibles.
No importa si precisan uno, 2 o bien pero días, lo que importa de veras es que ese tema que sale con frecuencia y hace daño, hay que hablarlo hasta agotarlo, desmenuzarlo, desmontarlo y tratarlo tal y como si de otros se tratase, sin enfado ni rencor.
Un tema que se encara y se reconoce, pieza a pieza, palabra a palabra, raras veces es de nuevo tema de discusión pues quedó gastado, terminado.
Esta receta da buenos resultados, os invito a probarla.
¡Un abrazo!
