El proceso de duelo: 10 consejos útiles

Articulo de Vida sana sobre El proceso de duelo: 10 consejos útiles.

Saber mas acerca de El proceso de duelo: 10 consejos útiles

El proceso de duelo: 10 consejos útiles

10 consejos para ayudar a las personas que pasan por un proceso de duelo

diez consejos para asistir a quienes pasan por un proceso de duelo

Que el proceso de duelo sea una experiencia dolorosa o bien no va a depender de si la persona es fiel y de su forma de comprender la muerte. Cuando el ser querido ya ha pasado a otro estadio, lo más esencial es que la persona que se queda exprese sus emociones. Quedárselas dentro provocará bloqueos que, con el tiempo, van a pasar factura.

Asimismo hay ciertas convenciones sociales que no le hacen ningún favor a quien atraviesa por el proceso de duelo. Si quieres asistir a una persona que pasa por esta situación, estas son mis sugerencias:

Recordarle que la muerte es un renacimiento. La persona debe comprender que una muerte acá es un renacimiento en otro estadio de conciencia (en el estadio entre vidas), de exactamente la misma forma que cuando nace un bebé en el planeta es pues ha habido una muerte en otro estadio. Si el individuo ha trabajado su espiritualidad y comprende la muerte de este modo, el proceso de duelo ya no es una experiencia tan dolorosa. Asimismo le resulta más simple, desde el amor, acompañar siendo querido en su tránsito y eludir con lo que el ánima quede anclada por las ataduras cariñosas.
Evocar los buenos instantes. Hay muchas etnias y muchas formas de ver la muerte. Hay tradiciones en que los entierros son sobrios, otras en que son frecuentes las plañideras, etcétera Mas asimismo existen entierros que son genuinas celebraciones en las que se recuerdan los instantes alegres y las anécdotas entretenidas. Es la mejor forma de admitir la muerte y de facilitar el paso a la luz a quien se marcha.
Asistirle a expresar sus sentimientos. Cuando el ser querido ya está en el otro estadio, podemos hacer que la persona comience el proceso de duelo y exprese sus sentimientos. Es el instante de que hable, de que llore o bien de que se derrumbe. Lo peor que podría hacer el individuo es refrenarse, pues estos bloqueos tarde que temprano terminarían transformándose en trastornos sensibles e inclusive en enfermedades físicas.
Solo deben acompañarle los más allegados. El individuo precisa el amor de las personas más queridas y más próximas. Los primeros días de duelo son frágiles. No es el instante de quedar bien ni de atender a los compromisos. La persona que atraviesa el proceso de duelo agradecerá estar con quien pueda expresar claramente sus sentimientos.
Eludir las palabras vacías. Las convenciones sociales han acabado popularizando oraciones como “Te acompaño en el sentimiento”, “Te acompaño en el dolor”, “Mi más sentido pésame” o bien “Te expreso mis condolencias”. De tan usadas, han perdido su valor y no asisten a la persona en su proceso de duelo. Va a recibir mejor un “Te quiero” franco o bien, como máximo, un “Lo siento”.
Es el instante de la comunicación no verbal. En ocasiones es más eficaz esta forma de comunicación. La persona que ha perdido un ser querido, probablemente agradecerá más una mirada, una caricia o bien un abrazo que unas palabras gastadas.
Haciendo que la persona se evada, no se arregla nada. En ocasiones las amistades procuran que la persona que vive el proceso de duelo se evada y se olvide, por instantes, de esa experiencia dolorosa. Le invitan a salir y a distraerse. Va a ser más útil que le pregunten de qué manera está, incitándola a plañir, a charlar y a rememorar siendo querido. Lo que más precisa quien pasa un duelo es expresar sus sentimientos y emociones.
Los más pequeños merecen un trato singular. Los más pequeños son los que menos ocasiones han tenido para probar qué se siente cuando se muere un ser querido. Jamás hay que decirles que no lloren. Lo peor que se le puede decir a un pequeño es que se comporte como un hombre.
Adelantarse a los inconvenientes de su cada día. Tras las primeras horas e inclusive días de conocer la nueva, a quien ha perdido el ser querido se le hace un planeta cualquier trámite, administración o bien labor del día tras día. Si se le afirma que nos avise si precisa algo o bien si se le pregunta si se le podemos asistir, lo más probable es que nos afirme que no. Es mejor que su ambiente se anticipe y tome las bridas para facilitarle sus quehaceres: dar la nueva a el resto, acompañarle en los trámites, hacerse cargo de las labores domésticas…
Lo último son los compromisos. De exactamente la misma forma que a la persona le va a ser útil estar sosegada con los más queridos a lo largo de los primeros días, asimismo agradecerá que los compromisos posterguen las visitas unas semanas y le den el tiempo preciso a fin de que pueda rehacerse.