Síntomas de celíacos, un testimonio real

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Síntomas de celíacos, un testimonio real

Primeros síntomas de celíacos

¿Cuánto tardaron los análisis?

Primeros síntomas de celíacos

Tengo un pequeño con alergia a la proteína de leche de vaca y ya se sabe que cuando hay una alergia alimenticia las probabilidades de desarrollar otro género de alergia o bien intolerancia son bastante altas. Por este motivo, cuando mi pequeño de un par de años empezó a hacer de la hora de el alimento un genuino drama, todos nos pusimos en alarma.

La pérdida brusca de peso, el rechazo incesante a los comestibles, los periodos alternos de estreñimiento y diarrea y un ligero malestar abdominal fueron los síntomas valorados por el pediatra a fin de que el diagnóstico de una posible celiaquía cobrase fuerza.

¿Cuánto tardaron los análisis?

Al observar estos posibles síntomas de celíacos se procedió a efectuarle un análisis de sangre concreto en pos de indicadores de esta enfermedad y en el caso de salir perturbados se completaría con una biopsia intestinal.

La espera de resultados fue lenta y bastante difícil. Costaba trabajo no meditar en el tema y esperar de brazos cruzados mientras que el peque proseguía con exactamente el mismo cuadro de inapetencia y malestar.

¿Qué podíamos hacer mientras que llegaban los resultados?

Su pediatra nos aconsejó mientras hacer un fácil ejercicio de observación y anotación para conseguir reunir más pistas sobre la posible existencia, o bien no, de una celiaquía o bien algún otro género de intolerancia o bien alergia alimenticia.

El ejercicio consistía en rellenar a diario en una agenda el menú ofrecido al niño; los comestibles que comía y los que rechazaba; sus reacciones frente al plato de comida (ira, nervios, ansiedad, alegría, lágrimas, rechazo…); el número y género de deposiciones que hacía como la inmediatez de exactamente las mismas tras las comidas; los rasgos más significativos de su carácter durante el día (hiperactividad, somnolencia, abulia, desgana…); cualquier otro síntoma físico perceptible (gases, hinchazón abdominal, cansancio…)

Conclusiones personales

Más de un mes estuvimos practicando este fácil ejercicio y, ya antes de tener en mi poder los resultados del análisis, prácticamente podía asegurar que si bien si habían síntomas de celíacos mi pequeño, verdaderamente, no era celíaco ni intolerante o bien alérgico a ningún otro comestible.

El de qué forma llegué a esa conclusión fue muy sencilla: no existía ningún género de relación entre los comestibles que tomaba y los síntomas que más tarde mostraba. Sencillamente mi hijo pasaba por una mala (muy mala diría yo) ráfaga con la comida: tan pronto rechazaba un plato de pasta como lo devoraba al día después y su inapetencia no parecía estar ligada a ningún género de comestible específico, como tampoco lo estaban sus deposiciones líquidas ocasionales o bien sus días de estreñimiento.

Es increíble lo mucho que podemos llegar a descubrir los progenitores con la simple y sosiega observación del comportamiento de nuestros hijos. Los pequeños pasan por malas ráfagas con el alimento, ciertos lo superan ya antes y a otros les dura mucho tiempo. Aunque no hay que obviar jamás un rechazo sistemático a los comestibles (puesto que este es uno de los primeros síntomas de una posible alergia o bien intolerancia) hay que guardar la calma y si sospechamos que puede existir ese género de inconveniente debemos examinar todos y cada uno de los factores en conjunto, anotando siempre y en todo momento la causa y el efecto inmediato.

Así conseguiremos además de esto aportar una valiosa información al pediatra logrando, en la mayoría de los casos, un diagnóstico más veloz y completo basado en la simple observación.