Como educar a un cachorro

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Como educar a un cachorro

¿A qué edad es conveniente empezar a educar a un cachorro?

¿Cuál es el primer paso a la hora de educar a un cachorro?

¿A qué edad es recomendable comenzar a enseñar a un cachorro?

Si los métodos empleados para educar a nuestro cachorro no son demasiado bruscos, la edad ideal para hacer su educación es lo más pronto posible, esto es, cuando el veterinario ha dado el visto bueno, con relación al tema de las vacunas, conforme ya puede salir a la calle y pisar el suelo.

Si no ha habido ningún retraso en la vacunación, esto acostumbra a ser a los 3 meses de edad. Es cuando el can está aún en una buena temporada de aprendizaje (son genuinas “esponjas” y lo captan todo “al vuelo”), y es asimismo cuando ni a él ni a los dueños les ha dado tiempo de coger vicios de comportamiento que entonces cueste más de suprimir.

Además de esto, si formamos a nuestro cachorro, por poner un ejemplo, a fin de que aprenda que la correa no se muerde y que por la calle debe pasear sosegado, sin tirar, sin ladrar, etcétera, lo va a tomar como algo natural “por la calle se pasea así”, en lugar de hacer un cambio de conducta tras estar aproximadamente tiempo yendo por la calle como un ido. Es más simple instruir a un cánido desde el comienzo a fin de que aprenda lo que deseamos que alterar conductas indeseadas ya establecidas.

No obstante, muchos entrenadores aconsejan aguardar por año o bien año y medio de edad para comenzar el entrenamiento del cánido. Esto puede ser por 2 motivos principales:

Si los métodos que empleamos para enseñar a nuestro can son rudos, el cachorro puede bloquearse y coger temor ya antes que un cánido más adulto.
Por año o bien año y medio de edad el cánido alcanza su madurez sexual y hace “el cambio de carácter”, con lo que ciertos inconvenientes de conducta propios de los cachorros pueden desaparecer por sí solos, y en cambio ser reemplazados por comportamientos indeseados más propios de perros adultos, por servirnos de un ejemplo la competencia jerárquica cara perros del mismo sexo.

Hay profesionales que prefieren comenzar a trabajar desde ese punto. Yo opino que hay que aprovechar la temporada en que el cánido está más receptivo al aprendizaje y eludir que coja manías desapacibles, con lo que lo antes posible se le encarrile mejor.

Además de esto, para dominarle delante de perros cuando sea adulto primero deberemos habernos ganado su respeto, y mejor hacerlo cuando es joven.

¿Cuál es el primero de los pasos en el momento de instruir a un cachorro?

Como con cualquier cánido que deseemos enseñar (y esto implica no solo que obedezca órdenes, sino más bien asimismo que deje de hacer todo cuanto nos molesta que haga), el primero de los pasos es bajarle el nivel de ansiedad y centrarle la atención en el dueño, a fin de que esté receptivo a lo que se le quiera educar después tanto en casa como en la calle.

Esta atención, que equivale a sentar a un pequeño en el pupitre ya antes de comenzar a enseñarle cualquier cosa, se logra mediante los 2 ejercicios básicos de obediencia con correa (pasear al lado y sentarse cuando paramos), efectuados, eso sí, de la manera conveniente para lograr este “cambio de chip” inicial. De paso, a lo largo de este proceso el dueño aprende a comunicarse con él de forma eficaz para eludir malos entendidos (del tipo “no sé si no me comprende o bien si me está tomando el pelo”).

¿De qué forma seguimos?

Cuando el cánido está calmado y centrado, vamos a poder instruir al cachorro a obedecer las órdenes que deseemos, como quitar de su conducta los comportamientos que nos incordian.

Los métodos educativos deberán ser, como a cualquier edad, suficientemente firmes para que el animal obedezca, mas sin emplear técnicas que supongan una violencia física (ponerle patas hacia arriba para someterlo, tirarle objetos que puedan hacerle daño, etcétera) o bien sicológica (atemorizarle exageradamente, conminarle con pegarle) para el animal.

Asimismo convendrá llenar las clases tratando a nuestro cachorro con esencias curativas naturales (no con medicación), incluidas en el Entrenamiento Sensible, a fin de que comiencen a compensar su carácter ya desde el comienzo, eludiendo posibles malas conductas futuras ocasionadas por una dependencia excesiva, por temores aproximadamente ocultos, por destete prematuro del cachorro o bien por cualquier otra emoción desequilibrada.