¿Cómo podemos controlar el enojo?

Articulo de Vida sana sobre ¿Cómo podemos controlar el enojo?.

Saber mas acerca de ¿Cómo podemos controlar el enojo?

¿Cómo podemos controlar el enojo?

¿Qué es estar enojado?

¿Es lo mismo que estar resentido?

¿Qué es estar enojado?

Estar enojado es ver solo una cara de la situación, la capacidad de razonar se desvanece y toda lógica propia o bien extraña pierde valía. Cuando sucede algo que nos desequilibra emotivamente, que nos duele o bien nos saca de lo previsto, nos enfurecemos. La situación no cambia y el enfado ni la empeora ni la mejora, sencillamente la distorsiona.

Se genera un desequilibrio en nuestro interior y una descompensación física y psíquica. Dejamos de estar “operativos” y por esto vivimos una realidad aparente. Nada es como semeja hasta el momento en que nos calmamos.

Se crea una coraza que bloquea cualquier posibilidad de comprensión, nos volvemos suecos de razón y corazón.

¿Es exactamente lo mismo que estar resentido?

No es precisamente lo mismo, estar resentido es tener secuelas dolorosas por haber vivido una situación donde el enfado ha sido solo un ingrediente.

El resquemor viene por no expresar lo que nos duele, no superamos una situación que nos ha hecho daño y a perjudicado nuestra autoestima.

El enfurezco es algo momentáneo, el resquemor es permanente, crea un bloqueo sensible al que hay que prestarle singular atención a fin de que no alcance dimensiones pero profundas

¿Por qué razón hay personas que siempre y en toda circunstancia están enojadas?

Las personas que no saben como supervisar el enfurezco son las que no valoran lo que tienen.

Al no valorar lo que tienen, siempre y en todo momento piensan en lo que no tienen.

No estiman que cosas tan rutinarias como, por poner un ejemplo, dormir en una cama, vivir en un sitio donde no hay guerra, comer, caminar, meditar de manera libre, ver medrar sanos a los hijos o bien tener agua bebible, los hace agraciados.

Además de esto el enfado genera desequilibrio molecular. Leí hace ya un tiempo que toda vez que afirmamos algo malamente, debemos decir 5 cosas bonitas y de corazón, a fin de que la persona que lo escuchó vuelva a compensar sus moléculas.

Hay personas a las que no les alcanzaría una vida para arreglarlo.

Se puede estimar que una persona que no es feliz, que está siempre y en toda circunstancia enojada, contamina, crea una atmosfera irrespirable que envuelve a los que tiene a su lado

Pautas para “trabajar ” el enfurezco

Dar las gracias lo que tenemos, parar y respirar a lo largo de un minuto. Es el minuto mágico que nos ayuda a regresar a centrarnos. Valorar si merece la pena esa descompensación sensible y física (nuestro hígado lo siente de manera profunda).

Y preguntarnos ¿es para tomarme esto de este modo?

Tenemos la certidumbre de que el día de hoy somos y estamos, el día de hoy, mañana no sabemos, por esto es mejor que no hipotequemos estos bellos minutos que son lo que verdaderamente tenemos.

Por servirnos de un ejemplo si estamos en la mitad del tráfico, hay una retención de kilómetros, hace calor y los pequeños están perturbados, planteo que en lugar de enojarte, empieces con ellos a cantar una canción, igual vas a estar ahí hasta el momento en que se pongan en marcha el resto.

Puesto que, a darle la vuelta.

Si chillas, descompensa.

Si cantas, equilibras.

De ti depende el recuerdo que quede de ese instante.

Nuestro consejo para saber como supervisar el enfurezco

Todas y cada una de las situaciones por malas que sean tienen su parte positiva, solo debemos darles la vuelta.

Es esencial que ya antes de irnos a dormir hayamos quedado en paz con nuestros aprecios, con nuestra familia, absolutamente nadie nos asegura que mañana podamos hacerlo.

A fin de que el enfurezco deje de formar parte de nuestra vida podemos tomarnos ese minuto al día para respirar y estar en solitario con nosotros.

Abraza pero, dialoga, escucha, exprésate.

El resto son como son, no como deseamos que sean.

No procuremos mudar a absolutamente nadie, está en nosotros administrar nuestras emociones a fin de que no nos afecte el comportamiento del resto.

Todo se solventa a partir de nosotros mismos, somos generadores de armonía o bien caos.

Absolutamente nadie es culpable de nuestro enfado, no cometamos el fallo de decir, “Estoy enojado por tu culpa” o bien “Me haces enfadar”. Eso es manipulación. Cada uno de ellos esta enojado por derecho propio y absolutamente nadie nos hace enojar si no lo queremos.

Gocemos de día a día tal y como si fuera el último, nuestro y el del resto.

Que absolutamente nadie se vaya por siempre con la fisura que genera una discusión o bien un reproche, después es ya tarde.

Ya antes de enfurecernos es preciso meditar, si verdaderamente merece la pena.