Dietas proteicas, conoce sus riesgos

Articulo de Nutrición sobre Dietas proteicas, conoce sus riesgos.

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Dietas proteicas, conoce sus riesgos

¿Cuando se considera que una dieta es proteica?

Sus objetivos

¿Cuando se estima que una dieta es proteica?

Los regímenes hiperproteicas se identifican por un predominio de comestibles proteicos (lácteos fermentados como queso o bien youghourt, huevos, carnes, pescados, mariscos y fiambres) o bien sustitutivos de los comestibles ricos en proteína (barras, batidos y otros preparados)

En estas dietas proteicas los hidratos de carbono como azúcares, pan, pasta, patata, arroz o bien otros cereales quedan plenamente excluidos de la dieta y, en general, asimismo se restringen enormemente las raciones de verduras, hortalizas y primordialmente fruta (por ser rica en fructosa, un azúcar)

Sus objetivos

En el momento de adelgazar los regímenes hiperproteicas son un camino veloz mas peligrosísimo para la salud y los resultados son pocos perdurables.

Con los regímenes proteicas se adelgaza de forma rápida mas solo en un corto plazo, puesto que el peso se recobra en tiempo record al desamparar la dieta por motivos fisiológicos o bien sicológicos (como puede ser por ansiedad)

Riesgos de los regímenes proteicas para la salud

Preocupante sobreesfuerzo de riñones y también hígado.
La escasez de hidratos de carbono en la dieta pone en marcha una serie de mecanismos en nuestro organismo enfocados a “destruir” nuestra masa muscular para conseguir azúcares por medio de la proteína. La pérdida de masa muscular se traduce en una ralentización del metabolismo y este hecho es el culpable de que al desamparar la dieta tengamos incluso más tendencia a engordar de la que teníamos ya antes de comenzarla.
Los hidratos de carbono, concretamente la glucosa, son el comburente de nuestras células con lo que esta falta en la dieta desencadena otro efecto aparte del precedente, que es la capacitación de cuerpos cetónicos desde la grasa.
Al entrar en cetosis órganos tan esenciales como el cerebro empiezan a alimentarse con un comburente que no es el frecuente y provoca importantes cambios fisiológicos en nuestro cuerpo que generan abulia, cansancio, mal estar y nauseas.
Con la cetosis nuestros fluidos anatómicos se vuelven más ácidos (acidosis metabólica) con lo que se pueden generar perturbaciones en el sistema inquieto y fallos en la capacidad contráctil de las fibras cardiacas. Se han descrito casos de muerte súbita y comas cetónicos.
Cabe refererir en este punto que los regímenes proteicas, sin hidratos de carbono, se emplean en clínica en el momento de supervisar capítulos graves de epilepsia, puesto que esta acidificación estabiliza las membranas de las neuronas ralentizando la contestación cerebral, esto es perjudicial en personas sanas y las consecuencias van a depender de la susceptibilidad de cada individuo.
Las ditas proteicas dan mayor susceptibilidad a desarrollar enfermedades crónicas debido a la bajada del PH de los fluidos anatómicos (acidez)
El anhelo de nuestro cuerpo por lograr glucosa mediante las proteínas desemboca en un mal aprovechamiento de ciertos nutrientes esenciales, como son determinados aminoácidos. Esto, así como la escasez de frutas y verduras, va a traer consigo enfermedades carenciales.
La composición de los comestibles mayoritarios en los regímenes proteicas acostumbra a presentar cantidades notables de grasa y nada de fibra, con lo que en seguida van a aumentar los niveles de ácido úrico, colesterol y triglicéridos.
El estreñimiento se va a hacer patente prácticamente desde la primera semana de proseguir la mayor parte de las ditas proteicas, no solo por la escasez de fibra sino más bien por las modificaciones en la vegetación intestinal.

Si todavía aun así decides proseguirla ten en cuenta…

Si es preciso limitar los hidratos de carbono y acrecentar las proteínas para forzar el perder peso (situación muy habitual en las personas con sobrepeso que deben someterse próximamente a una operación quirúrgica) los regímenes proteicas se pueden hacer de forma controlada.

Proseguirla solo por 2 o bien 3 días.
En estos casos debemos eludir solo las pastas, arroces, pan y patatas, sosteniendo una o bien 2 piezas de fruta al día (preferentemente en desayuno y media mañana) y sin limitar nunca las verduras y hortalizas, que han de ser rebosantes en la dieta. Resulta conveniente incluir una ración de pan en el desayuno, puesto que tras el ayuno nocturno el cuerpo precisa un aporta extra de hidratos de carbono.
Toda vez que se aumenten las proteínas de la dieta es preciso acrecentar el aporte de agua hasta los dos litros al día (agua y también infusiones depuratorias) así asistiremos a los riñones a hacer su función de excreción.