Mastitis, causas y remedios naturales

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Mastitis, causas y remedios naturales

Mastitis sí, mala leche no

Inflamaciones del pecho

Mastitis sí, mala leche no

Las infecciones en las mamas se presentan en general en mujeres a lo largo del periodo de lactancia, cuando los cambios anatómicos y fisiológicos que padecen las mamas, aunados al trauma local que ejercita la absorción del bebé, las hacen más susceptibles de padecer lesiones y también infecciones. Las infecciones que no guardan relación con la lactancia han de ser distinguidas de un tipo poco común de cáncer de mama.

Pese a la mastitis, se aconseja a la madre que siga con la lactancia para vaciar los conductos, y no interrumpir la producción de leche que prosigue sosteniendo sus propiedades, y no es en lo más mínimo “mala” para el bebé.

Inflamaciones del pecho

Hay múltiples géneros de inflamación del pecho. Las más usuales son la ingurgitación (que acostumbra a afectar a los 2 pechos al unísono y en su totalidad), la obstrucción de un conducto y la mastitis (que acostumbra a afectar solo a uno de los pechos)

Ingurgitación: en ocasiones los pechos se llenen demasiado y se vuelven turgentes y dolorosos. Acostumbra a acontecer unos 3 días tras el parto es la llamada “subida de la leche”. Cuando el pecho lúcida de su largo reposo, muestra genuinos signos inflamatorios. No se trata de un incremento brusco de la producción de leche, sino la madre lo que percibe es la inflamación repentina del pecho. Pueden generarse síntomas generales de inflamación como malestar general y fiebre. El tratamiento de la ingurgitación consiste en sacar la leche. Poner al bebé a mamar habitualmente, en situación adecuada, y también procurar sacar la leche excedente con un sacaleches.
Obstrucciones: se generan cuando uno de los conductos del pecho se tapona y la leche queda retenida, asimismo llamada mastitis no infecciosa. Es una inflamación que no afecta a toda la glándula sino más bien solo a uno (o bien múltiples) de sus lóbulos. El tratamiento es exactamente el mismo que para la ingurgitación: masajes, procurar sacar la leche, dar el pecho más de forma frecuente, aplicar frío entre tomas, si eso calma el dolor, y calor ya antes de la toma a fin de que la leche salga más de forma fácil.
Mastitis: La carencia de una higiene conveniente o bien la fisuración de la piel de los pezones en la lactancia pueden dejar que, bacterias que viven por norma general sobre la piel (estafilococos) penetren en el tejido graso de la mama y abunden, generando de este modo un flemón y absceso que comprime los conductos de salida de leche de la mama. Entonces, la mama se vuelve dolorosa, se pone de color colorado intenso, se genera calor en la zona y se complica la salida de la leche.

¿Cuáles son los antídotos naturales para tratar la mastitis?

Compresas de hojas crudas de col machacadas (sin el nervio central)
Aplicar miel sobre la zona. Recordemos que es un enorme aséptico.
La compresa de infusión de tomillo (o bien de romero) es un antídoto tradicional muy eficiente para la mastitis.
La Echinacea o bien el propóleo son antibióticos naturales que pueden ser de mucha ayuda.
Reposar. Con frecuencia es un síntoma de agotamiento.
La Medicina Tradicional China recomienda, como regla, en casos de mastitis una dieta refrescante. De esta manera, puesto que, jugos de frutas o bien verduras, y ensaladas van a ser muy recomendables. En cambio, grasas, picantes, café y alcohol deberían evitarse.

Prevención natural de las obstrucciones

En el momento en que se han producido las obstrucciones, y antes que decaigan en mastitis, son muy eficientes las cataplasmas de jengibre, por el hecho de que generan una vasodilatación local que ayuda a desocupar la obstrucción.

Toda vez que se utilice la cataplasma de jengibre es preciso emplear el sacaleches, por el hecho de que el jengibre tiene un sabor algo picante que puede resultar desapacible para el bebé.

En todo caso (obstrucciones y mastitis), sería muy recomendable contactar con el conjunto de apoyo a la lactancia más próximo. No se debe desamparar la lactancia pues no afecta a la calidad de la leche.
La mastitis NO es mala leche.

Bibliografia: Carlos González. “Un regalo para siempre. Guía de la lactancia materna”.
Ediciones Planeta, Temas de el día de hoy. 11ª ed. dos mil once.