Propiedades de la Judía Mungo

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Propiedades de la Judía Mungo

¿Qué nos aporta nutricionalmente la Judía Mungo?

¿Cómo cocinar la Judía Mungo?

La Judía Mungo es redonda, de un verde atractivo. En su interior hay una inestimable energía y una gran capacidad de medrar y de subsistir. Esta medra donde no medra nada, prácticamente no precisa agua y sus plantas dan diferentes productos para múltiples necesidades: pienso para los animales, nutrición rica en proteínas, vitaminas para el humano y abono para la agricultura orgánica.

¿Qué nos aporta nutricionalmente la Judía Mungo?

La Judía Mungo resalta por su alto contenido en proteínas (veinticinco g por cada cien g), en fibra y en hidratos de carbono, como por su bajo contenido en grasas.

Es rica en vitaminas del conjunto B, entre ellas la B1, la B3, la B6 y particularmente en ácido fólico (B9). La judía Mungo resalta por su riqueza y pluralidad en minerales, es rica sobre todo, en magnesio, asimismo aporta dosis notables de hierro, y es buena fuente de fósforo, potasio, cobre, calcio y selenio.

Podemos decir que la Judía Mungo es un comestible cardiosaludable, indicada para las anemias y ayuda a los huesos, además de esto es de forma fácil digestible si la equiparamos con otras legumbres, por esta razón es un recurso para las personas que tienen poca fuerza digestible y para los bebés y los ancianos.

“La disponibilidad de su hierro vegetal puede aumentarse si las Judías Mungo se cocinan con ingredientes ricos en vitamina C, como frutas cítricas o bien tomates, puesto que favorecen su asimilación”

¿De qué manera cocinar la Judía Mungo?

Las Judías Mungo son geniales en preparados de cocción lenta y prolongada, como guisos y estofados.

Para favorecer su digestión y reducir el tiempo de cocción, es preciso dejarlas en remojo ya antes de cocinarlas. Se deben echar a la olla con el agua aún fría. Se las deja hervir a fuego fuerte y sin tapar a lo largo de dos o bien tres minutos y después se dejan cocer a fuego lento agregando un tanto de agua fría algunas veces, hasta el momento en que la legumbre esté en su punto.

Es esencial retirarla del fuego a tiempo, justo antes que se abra la piel, dejando que la cocción se acabe fuera del fogón. De esta manera se evita que se deshaga y se transforme en puré, puesto que desde cierto punto de cocción la judía mungo se ablanda muy velozmente.

Sin embargo, la mejor manera de tomarla es en forma de brotes germinados

El germinado de la Judía Mungo, se acostumbra a consumir crudo, es ligero, nos aporta vitaminas C y K, hierro, folato y fibra. Un toque crudo, con un sabor que recuerda a la nuez.

Antioxidantes: La vitamina C de su composición nos da antioxidantes que nos resguardan las células de los radicales libres. Esta vitamina, que se halla en el tejido conectivo, asimismo nos da un refuerzo a la piel, cartílagos y órganos.
Fuente de vitamina K: Esencial en los procesos de coagulación de la sangre asimismo nos ayuda a regular la mineralización y la densidad de nuestros huesos. Una proteína de su composición evita la acumulación del calcio en los vasos sanguíneos, lo que reduce el peligro de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Fortalecen el sistema inmune: el hierro de su composición favorecen el desarrollo de las células que regulan las contestaciones del sistema inmune, además de esto es fundamental puesto que es parte integrante de la hemoglobina de la sangre y sirve para trasportar el oxígeno.
Rica en vitamina B: el folato tan preciso en la creación del ADN, de glóbulos colorados y nuevas células. Habría de ser consumida por todo el planeta, de forma especial en periodos de desarrollo y las mujeres embarazadas.

Otras Propiedades de la Judía Mungo

Ayuda a quitar toxinas del cuerpo.
Ayuda al sistema circulatorio en especial al corazón (por su contenido en ácido fólico y magnesio).
Fortalece el hígado.
Reduce la inflamación.

La Judía Mungo y la Medicina Tradicional China

Es una legumbre muy yin, que germina con mucha sencillez y la relacionamos con el factor fuego, o sea, con el corazón y la circulación. Es exactamente como brote germinado donde mejor se expresa su energía expansiva, ligera, refrescante. Está singularmente indicada en casos de arteriosclerosis y tabaquismo.