Articulo de Recetas sanas sobre Como conseguir unos rebozados crujientes.
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Trucos para lograr rebozados crujientes
Conclusión
El rebozado es una técnica realmente útil en la cocción de comestibles de textura frágil, eludiendo que se estropeen. A lo largo de dicha cocción el rebozado se endurece y resguarda el comestible haciéndolo jugosísimo.
En el presente artículo os vamos a explicar ciertos trucos más eficientes para lograr rebozados restallantes y doraditos.
Trucos para conseguir rebozados crepitantes
La primera cosa que debemos tomar en consideración es que para lograr rebozados crepitantes el aceite que se utilice en la fritura ha de ser rebosante y estar caliente ya antes de sumergir el comestible rebozado. Para conseguir rebozados crepitantes, dorados y lograr que los comestibles que hay en el interior se sostengan jugosos, se aconseja que la temperatura del aceite sea superior a 180º C. Cuidado de que no humee demasiado.
Si rebozamos solo con harina y deseamos eludir que se apelmace, formando un rebozado irregular y con grumos, resulta necesario secar anteriormente el comestible que vayamos a rebozar de harina.
Rebozar de harina comestibles pequeños es complicado y bastante difícil. Mas, podemos solventarlo vertiendo una cantidad de harina en una bolsa. Ahora se introducen los comestibles, se cierra la bolsa y tras sacudirla suavemente, de forma rápida los pasamos a la fritura. Así el rebozado va a ser regular y los comestibles no se pegasen unos con otros.
Una técnica tradicional consiste en pasar la pieza que vayamos a arrebozar primero por harina, formando una capa seca y después velozmente por huevo y si se quiere por pan rallado, sésamo, etc
La harina hace de secante y el huevo agrupa la harina y evita que el aceite empape el comestible y pueda estropearlo.
Es indispensable arrebozar el producto uno a uno y freírlo conforme lo vayamos rebozando. Si amontonamos demasiadas piezas rebozadas se compactarán al humectarse y el rebozado no va a quedar crepitante.
En ciertos casos puede emplearse una mezcla de harina con agua fría. Mas vamos a deber prepararla justo en el instante en que vayamos a arrebozar y a freír, eludiendo de esta manera que la proteína se disuelva.
Las harinas de arroz o bien maíz e inclusive el almidón son harinas bajas en proteínas y empleándolas se logra un rebozado más crepitante.
Conclusión
En cualquiera de los casos si deseamos lograr rebozados crepitantes debemos eludir que los rebozados adquieran humedad y el aceite habrá de ser rebosante y muy caliente. Va a deber consumirse de forma inmediata para no dar tiempo a que se ablande el rebozado.
¿Sabías que ?
La pieza rebozada deberá ponerse a escurrir sobre papel absorbente para suprimir el exceso de aceite.