Crema Budwig, como prepararla

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Crema Budwig, como prepararla

Origen de la Crema Budwig

Variaciones actuales de la pionera Crema Budwig

Origen de la Crema Budwig

En mil novecientos ocho nació en Alemania la doctora Budwig, bioquímica nominada siete veces a los Premios Nobel. Sobresaltada por la inapropiada y poco nutritiva nutrición del instante, y por el creciente desarrollo de enfermedades crónicas y degenerantes, empezó a investigar la relación existente entre el consumo de grasas trans, sobresaturadas y también hidrogenadas con la incidencia de cáncer entre la población mundial. De esta manera, observó la enorme deficiencia en ácidos grasos esenciales que presentaban particularmente estos pacientes.

Fruto de sus investigaciones, diseñó una crema destinada al aporte de tales nutrientes. La llamó “Budwig Muesli” (Crema Budwig) Tan esenciales fueron las ventajas aportados por la poción que su compañera, la doctora Kousmine, la incluyó en su protocolo: el “Método Kousmine”, el que ha dado ya numerosas alegrías desde hace más de cincuenta años.

Alteraciones actuales de la vanguardista Crema Budwig

Puede ser con leches vegetales (almendras, arroz, alpiste, etcétera) en vez de requesón, con diferentes semillas o bien frutos secos, o bien con diferentes aceites de 1ª presión en frío (oliva, girasol, sésamo, cártamo, nuez…)

El efecto que se logrará con ellas (culinario y sensorial) no va a ser exactamente el mismo que el conseguido con la original Crema Budwig (medicinal) Ahora la expongo tal como su autora la diseñó:

Ingredientes (todos ellos de procedencia ecológica)

Aceite de lino (o bien linaza) de primera presión en frío, o semillas de lino recién molidas.
Requesón de cabra no magro (entre 0-veinte por ciento de materia grasa)
dos o tres nueces recién abiertas.
Fruta de la época, rallada o bien a pedazos.
Cereal integral lavado y recién molido.
Jugo de medio limón recién exprimido.
Frutos y semillas oleaginosas variadas, recién molidas: almendras, avellanas, semillas de girasol, de calabaza, sésamo, lino.
Miel o bien plátano (opcional)

¿De qué forma se prepara la Crema Budwig?

Batir cuatro cucharadas del requesón o bien del kéfir al lado de dos cucharadas de aceite de lino. Debe quedar una emulsión perfecta, en la que no se aprecie el aceite separadamente. Puedes asistirte de un batidor manual o bien eléctrico.

Incorporar el jugo de limón, dos cucharaditas de café de un cereal integral recién molido, un puñado de frutos secos y/o semillas y, para dulcificar, un plátano machacado maduro, un tanto de miel o bien fruta de la época.

Beneficios

La dieta de la doctora Budwig, en la que se encuadra la crema que lleva su nombre, se ha relacionado con la sanación de nosologías degenerantes como fibromialgia, esclerosis múltiple, artrosis o bien artritis, aun para el “trastorno por déficit de atención”. Mas indudablemente ha sido como tratamiento alternativo contra el cáncer con la que se hizo más famosa.

¿De qué forma es esto posible?

La clave de esta crema está en la mezcla homogénea del aceite de lino de 1ª presión en frío (con alto contenido en ácidos grasos omega tres) y el requesón de cabra no magro (con alto contenido en aminoácidos azufrados, que facilitan la absorción de los ácidos grasos) El aceite de lino (o bien linaza) tiene la capacidad de captar el oxígeno, creando un medio inapropiado para la proliferación y supervivencia de las células cancerígenas.

Cada mañana, a lo largo de sus investigaciones, la doctora Budwig preparaba su crema para los enfermos terminales de cáncer. Es por este motivo que comprendo el porqué de incorporar el resto de los ingredientes a mayores.

Probablemente como forma de cerciorarse de que esos pacientes estuvieran bien nutridos para el resto del día. Mas lo que es verdaderamente esencial comprender es que la clave de la crema es la mezcla: lino + aminoácidos azufrados (cisteína y metionina).

Actualmente existen nuevas investigaciones, basándonos en las que me agradaría aportar mi “granito nutritivo” a la poción

Cereales integrales. Recientes estudios prueban el alto contenido en anti-nutrientes que portan los cereales integrales y que suponen una de las causas de los abundantes procesos inflamatorios actuales. Este hecho se ve potenciado cuando se consumen crudos (como aconsejaba la doctora Budwig en la crema) Ante esto, aconsejo que no se incluyan siempre y en todo momento en la crema, que de manera directa se supriman o bien que, de decantarse por consumirlos, mejor dejados a remojo horas ya antes con el objetivo de que esos anti-nutrientes sirvan de nutrientes para la semilla que empieza a germinar. Te invito a , por normal general, que no mezcles cereales exactamente el mismo día a lo largo de la primera semana, de esta manera vas a poder advertir alguna posible intolerancia. Y recuerda tender siempre y en todo momento a los cereales/pseudocereales sin gluten y ecológicos: ARROZ, MIJO, QUINOA, AMARANTO y TRIGO SARRACENO. Procura dejar de lado el trigo y el maíz.
El empleo de lácteos, por todo cuanto ello conlleva: caseína, lactosa, calcio no biodisponible, hormonas y antibióticos, exceso de grasas, colesterol, sal, homogenización, etcétera De decantarse por consumirlos, cerciórate de que su procedencia sea ecológica y escoge requesón de cabra no magro, o bien kéfir de cabra. Otras fuentes de aminoácidos azufrados son los cereales integrales, la cebolla, el ajo o bien las nueces, entre otros muchos.
La mezcla de fruta con el resto de los ingredientes. La fruta empieza su proceso fermentativo en el duodeno y quince-veinte minutos tras ser ingerida. Si durante su viaje por el cilindro digestible se halla algún obstáculo (como sería un estómago lleno de comestibles), entonces empezará su fermentación en tal sitio, complicando la digestión de los comestibles y la siguiente absorción de los nutrientes contenidos en ellos. Como consecuencia se generan gases y también hinchazón abdominal. Lo mejor, y si tu capacidad digestible lo deja, consúmela quince-veinte minutos ya antes de comer o entre horas.

Nuestro consejo

El aceite de lino se enrancia rapidísimo. Una vez abierto, mantenlo en la nevera, y no más de tres semanas. Deséchalo al mínimo fragancia a rancio.
La crema Budwig debe prepararse cada mañana, puesto que tiende a oxidarse rapidísimo.
Se amolda a cada gusto personal, a cada edad y a cada nosología, puesto que podemos emplear las posibles opciones alternativas ya citadas.
Te invito a que anotes las distintas variaciones que vas consumiendo día tras día haciendo referencia a de qué forma estas actúan en tu cuerpo (físico, mental y sensible) De este modo, vas a poder advertir los comestibles que mejor se amoldan a tu organismo. Recuerda que cada cuerpo es un laboratorio y que absolutamente nadie más que mismo/a va a saber lo que te sienta bien/mal. ¡Escúchate, siente y goza!