Ejercicios de mindfulness sencillos

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Ejercicios de mindfulness sencillos

Breve introducción

Ejercicios de Mindfulness

Breve introducción

La palabra Mindfulness se traduce como “Atención plena” o bien “Atención consciente”.

Si bien la práctica de ejercicios de mindfulnessha adquirido gran apogeo en occidente, donde se practica desde hace unos treinta años más o menos, su origen se remonta a más de dos.500 años atrás, puesto que el Mindfulness tiene su base en las prácticas budistas de la Meditación.

La práctica de Mindfulness consiste en una serie de ejercicios dirigidos a centrar nuestra psique en el Acá y el Ahora: o sea, en nuestro instante presente y tomar de esta forma una mayor conciencia de la Realidad, para encarar mejor el agobio, la enfermedad o bien los desafíos y retos de la vida, llegando a una mayor entendimiento de lo que nos sucede, sin juzgarnos y adquiriendo equilibrio y armonía entre el cuerpo, la psique y el espíritu, que es lo que nos deja adquirir Salud en todos y cada uno de los sentidos de esta palabra: salud física, mental y sensible.

Ejercicios de Mindfulness

En el artículo, os damos ejercicios de Mindfulness, fáciles y simples de aplicar en vuestra vida rutinaria, tanto para vosotros mismos para efectuar en familia, puesto que los pequeños son en especial receptivos al Mindfulness y obra milagros en su actitud, mejorando de forma notable su Concentración, lo que afecta a una mayor conexión consigo mismos y con su ambiente, mejorando su comportamiento en familia, en clase y asimismo en los estudios.

Todos estos ejercicios se recomienda efectuarlos acompañados de una música suave y relajante.

Ejercicio 1: Tomar conciencia de la postura, respiración y la actitud

Sentaros de manera cómoda, con los ojos cerrados y con el cuerpo quietísimo y comenzar a respirar, concentrando toda vuestra atención en la respiración, mientras que tratamos de poner conciencia en el cuerpo y ver exactamente en qué partes hay tensión y cuáles otras están por contra más relajadas. Estamos absolutamente acá y ahora y este momento es lo único que cuenta.

Ejercicio 2: Incorporando el sonido

Cuando hemos practicado suficientemente el primer ejercicio, podemos agregar el sonido, para ser aún un tanto más siendo conscientes del instante presente. Va a bastar que cojáis una campana, un triángulo o bien cualquier otro instrumento que emita un sonido que perviva determinados segundos en el tiempo.

Sentados quietísimos, con los ojos cerrados y respirando, ir dando un toque de campana de forma rítmica, mientras que nos sumergimos en ese sonido y respiramos en exactamente el mismo, tratando de ver qué siente nuestro cuerpo y qué nos sugiere dicho sonido. Los sonidos pueden efectuarse cada diez o bien veinte segundos más o menos.

Ejercicio 3: Incorporando el color

Una técnica buenísima para ser siendo conscientes de nuestras emociones es intentar identificar exactamente en qué unas partes de nuestro cuerpo se concentra nuestra emoción y intentar ponerle un color. Se efectúa del mismo modo: sentados quietísimos y respirando poco a poco. Y ahora escaneamos todo nuestro cuerpo tratando de identificar exactamente en qué unas partes del mismo hay emoción y cuál es su color: nos concentramos en esa emoción a lo largo de unos minutos: navegamos por sus aguas sin juzgar y sin analizar: solo tomamos contacto con ella. Cuando encontramos recorrido todo el cuerpo, volvemos a hacer otro barrido por exactamente el mismo y vemos si la emoción sigue allá o bien si al contrario se ha trasladado a otro órgano del cuerpo, se ha acentuado, se ha ido, etcétera De esta forma somos más siendo conscientes de nuestras emociones y de de qué forma navegan durante nuestro cuerpo.

Ejercicio 4: Incorporando la mirada

Los ojos son las ventanas del ánima y podemos usar nuestras miradas para conectar desde nuestra ánima al ánima de otras personas. Este ejercicio se efectúa con otra persona. Con las manos entrelazadas, cerramos nuestros ojos y respiramos conscientes de esa respiración y de ese instante presente. Asimismo de esa conexión que va a iniciar. Abrimos al tiempo nuestros ojos y nos miramos en los ojos del compañero o bien compañera, sin juzgar, sin intentar sentir nada. Solo conectando desde nuestra ánima al ánima del otro. Es una técnica buenísima para progresar la relación entre 2 personas, puesto que en ocasiones nuestras palabras no alcanzan para todo cuanto queremos expresar y comunicar y esta forma de comunicación es muy profunda y también intensa, puesto que es de ánima a ánima, de corazón a corazón.

Ejercicio 5: Incorporando el movimiento

Este ejercicio es afín, mas no se efectúa sentado, sino más bien en movimiento. Empezamos vendando nuestros ojos y conectándonos con nuestra respiración y el instante presente y ahora nos movemos guiados por nuestras emociones, que se expresarán a través del movimiento de nuestro cuerpo. Es una técnica fabulosa para expresar lo que sentimos.

Otra forma de efectuar este ejercicio es caminando. Mejor si se efectúa con los ojos cerrados. Se trata de pasear de forma consciente, tomando consciencia, mientras que respiramos y nos concentramos en este momento presente, en nuestra postura al pasear, en nuestra respiración, en nuestra actitud y en de qué manera es nuestro pasear por la vida: ¿es pesado?, ¿es recio?, ¿es ligero?, ¿es firme?, ¿es inseguro?, ¿es seguro?…

Ejercicio 6: Incorporando un objeto

En este ejercicio vamos a tomar un objeto para concentrar en él toda nuestra atención: va a bastar sencillamente una paja y un vaso con agua, llenado hasta la mitad o bien un tanto más de la mitad. Inhalaremos por la paja y expulsaremos el aire, conscientes de las burbujas que se forman al expirar. Volvemos a aspirar y volvemos a expirar. No pensamos, no juzgamos, no examinamos. Solo somos siendo conscientes de nuestra respiración y de lo que ahora sucede.

Ejercicio 7: Halla las diferencias

Un fantástico ejercicio de mindfulness, en especial para pequeños, si bien asimismo para adultos, es coger uno de esos pasatiempos, que hallarás en periódicos o bien gacetas de pasatiempos, de “Encuentra las diferencias”. Esto nos enfoca en el instante presente y en las imágenes que tenemos delante, mejorando de forma notable nuestra concentración y nuestra atención.

Ejercicio 8: ¿Cuántas veces se repite…?

Otro ejercicio de mindfulness buenísimo para prosperar la concentración, y sencillísimo, singularmente recomendado para pequeños, es coger una página de un libro y intentar contar cuántas veces se repite una misma letra. Lo repetimos múltiples veces para poder ver si hemos prestado la suficiente atención. O bien asimismo se puede efectuar entre 2 personas, para poder ver si las dos han contado exactamente el mismo número.

Asimismo se puede efectuar con una página donde haya muchos números y intentar contar cuántas veces en la página aparece exactamente el mismo número.

Ejercicio 9: Soltando los pensamientos y emociones negativas

Este ejercicio es para desprendernos de los pensamientos y emociones que nos hacen daño. Nos sentamos quietísimos, tomamos conciencia de nuestra respiración y nuestra postura, como de este instante presente. Nos visualizamos en la mitad de un bosque al lado de un río con diez ramitas junto a nosotros en el suelo. Esas diez ramitas simbolizan pensamientos y emociones que no deseamos que prosigan con nosotros pues nos dañan. Tomamos una respiración profunda y nos enfocamos en un pensamiento que deseamos que se vaya de nuestra psique. Tomando conciencia de cuál es, nos centramos en la primera ramita, pertinente a ese primer pensamiento y la soltamos en el río, dejando que se la lleve la corriente, mientras que tratamos de visualizar de qué forma esa rama baja por la corriente yéndose lejísimos. Tratamos de hacerlo con todas y cada una de las ramitas, pertinentes a pensamientos y/o a emociones.

Acabamos conscientes de lo bien que nos hallamos al haber lanzado lejos de nosotros todo cuanto nos impide sentirnos bien.

Ejercicio 10: Palabra consciente

Para efectuar este ejercicio necesitaremos una grabadora y un cuento para leer.

Realizaremos una primera lectura del cuento que grabaremos, tratando de ser siendo conscientes de nuestras palabras y de qué manera las pronunciamos, de nuestro tono y actitud al hacerlo. Al acabar, nos vamos a escuchar y vamos a ver si nos agrada o bien no nos agrada y qué nos agradaría mudar. Volveremos a grabar la lectura del cuento, tratando de mudar el tono, la modulación, el volumen o bien la actitud.

Lo vamos a repetir hasta el momento en que quedemos contentos con el resultado y la grabación.

Toda vez que efectuemos la grabación, vamos a ser siendo conscientes de nuestras palabras, de lo que deseamos trasmitir al pronunciarlas. Es una técnica buenísima para ser siendo conscientes de nuestras palabras y asimismo para modular nuestro carácter por medio de nuestras palabras.

El ejercicio es aún más efectivo si visualizamos una luz de azul eléctrico en nuestra garganta mientras que vamos efectuando la lectura del cuento. Puesto que, como sabéis, en la garganta se encuentra nuestro quinto chakra, el chakra de la comunicación y el color que le toca es el azul.

Espero que estos ejercicios te asistan a ser más consciente, tener una atención más plena y prosperar tu nivel de conciencia en el instante presente.

Puesto que el presente es lo único real que tenemos y nuestros resultados en la vida mejoran toda vez que nos dejamos “atrapar” ese instante presente para exprimirle todo lo fantástico que tiene para ofrecernos. Y créeme, ¡¡es mucho!! Te animo a que lo pruebes.