Eliminar cicatrices queloides de forma natural

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Eliminar cicatrices queloides de forma natural

¿Qué son las cicatrices queloides?

Tratamiento de las cicatrices queloides

¿Qué son las cicatrices queloides?

Se generan por una herida, operación, quemadura, rasgadura o bien accidente y se distinguen de las normales pues el tejido cierra de forma tumoral. Una cicatriz (sea del viso que sea) no se puede borrar. Es una parte de su esencia, mas las queloides se identifican por un desarrollo cerca de la zona de cosido o bien herida. Esto genera un reborde que va desarrollándose, aun, fuera de los límites de la primera lesión.

Son diferentes de las hipertróficas en esto último: en que van medrando hasta el momento en que se cumple más de cuarenta años de vida. Además de esto, mientras que este tejido se marcha desarrollando cursa con dolor, picor y escozor. Y eso sin contar que, en dependencia del lugar en el que se hallen, puede limitar la autoestima del paciente.

Por desgracia no tienen cura, en tanto que se ignoran las causas de su aparición, si bien se baraja el factor hormonal y el genético.

Tratamiento de las cicatrices queloides

Entonces, ¿qué hacer con este género de heridas?. Primeramente, hay que apelar a la prevención. En general las padecen personas con antecedentes familiares.

En este sentido, si te ves envuelto en algún accidente o bien debes entrar en el quirófano por cualquier causa, notifica a tu médico, tanto si hay antecedentes en tu familia tal y como si ya tienes una herida de esta clase. Tampoco te hagas tatuajes, piercings, o bien cirugías por gusto.

En los primeros estadios de la cicatriz (cuando todavía no ha pasado un mes más o menos) se puede inyectar un producto a base de esteroides que mejora bastante su apariencia, grosor y el nivel de picor. Una vez instalada en la piel, este tratamiento no es posible.
Lo que jamás debes hacer es someterte a una cirugía estética para quitarlas, en tanto que en más del cincuenta por ciento de los casos, se logra lo contrario: la herida y el queloide aumentan todavía más.

Los tratamientos más frecuentes incluyen terapias beligerantes que podemos resumir en:

Parches y vendas de siliconas.
Crioterapia.
Cirugía. No aconsejable por lo expuesto previamente.
Radioterapia.
Electroterapia pulsada, con buenos resultados hasta el momento.
Inyecciones de esteroides, solo eficiente en las primeras fases.
Láser para eliminar los abultamientos. Hay que llevar cuidado con estas técnicas pues pueden generar una quemadura y una nueva cicatriz.

Cuidados de las cicatrices queloides

La eficiencia de estos tratamientos es bastante limitada y, en ciertos casos, no solo no se logra reducir el aspecto de la lesión, sino esta aumenta o bien se ensancha. De ahí que, un buen recurso es recurrir a los cuidados con productos naturales sin apenas contraindicaciones o bien efectos secundarios.

No hagas ensayos con tu cuerpo y echa mano de plantas con propiedades emolientes, cicatrizantes o bien suavizantes, bien en forma de aceites o bien bálsamos ya preparados. Las más aconsejables son:

Geles o bien cremas naturales concretos efectuados con extracto de cebolla.
Aceite esencial de caléndula cuando la cicatriz está en sus primeras fases.
La esencia de rosa mosqueta hace milagros con la cesárea. Asimismo puede usarse con las cicatrices queloides.
El aceite de lavanda, al suavizar y desinficionar, asimismo puede ser usado.
Preparados con, por lo menos, el diez por ciento de semillas de mostaza.
El aceite esencial de siempreviva, así como el de rosa mosqueta, ayuda a suavizar estas heridas.

Según parece, el hecho de masajear la lesión con estos aceites hace que mejore su apariencia. Hay que ser incesante, no pellizcarse ni rasguñarse ni rascarse.

El milagro de la terapia neural

Una de las terapias más eficientes, y menos conocidas, para las cicatrices queloides es la Terapia Neural. Consiste en infiltrar un anestésico local diluido (clorhidrato de procaína al 1 o 0´5 por ciento ) en la cicatriz. Busque un especialista en Terapia Neural en su zona y solicite consejo sobre su caso particularmente.

Y, finalmente, si la cicatriz no te impide efectuar tus labores rutinarias, procura un ejercicio para quererte pese a esta lesión. Haz un esmero para tener tu autoestima alta y valórate. No caigas en tristezas por esta razón. ¡No vale la pena!