Propiedades de la leche de yegua

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Propiedades de la leche de yegua

¿Qué es la leche de yegua?

¿En qué se diferencia de otras leches?

¿Qué es la leche de potranca?

La leche de potranca es, como su nombre señala, la leche que se consigue de las hembras del caballo. La gente está habituada a tomar leche de vaca mas resulta que no es, ni de lejos, una alternativa demasiado saludable para las personas.

Por un lado, la leche de cada animal, incluyendo el humano, es el comestible ideal para las crías de esa especie, y no para las demás; ningún animal toma leche la edad adulta. Por otra parte la manipulación industrial que padece la leche, la de vaca de forma especial por ser la más popular. Estas cuestiones nos hacen proponernos si tomar leche es la opción mejor y más todavía cuando es leche de vaca.

¿Exactamente en qué se distingue de otras leches?

Los diferentes géneros de animales tienen, obviamente, diferentes géneros de leche con diferentes propiedades. La leche de potranca ha resultado ser la que tienen las propiedades más similares a la leche materna humana.

Debido a su bastante difícil conservación acostumbra a ser liofilizada, proceso tras el como la leche queda hecha polvo. Esto causa que se sostenga fresca a lo largo de bastante tiempo sin perder ninguna de sus propiedades ni su calidad y sin ningún género de conservante.

¿Qué propiedades tiene?

Como ya he dicho ya antes, las propiedades de la leche de potranca son muy afines a la leche materna humana. Contiene azúcares naturales, rapidísimos y simples de metabolizar, poca cantidad de grasa de la que la mayoría son aceites omega6 y omega3.

Tiene proteínas de calidad y alto contenido de aminoácidos esenciales, que son elementos esenciales en la construcción de neurotransmisores, y también inmunoglobulinas las que defienden nuestro organismo advirtiendo y anulando agentes extraños y/o perjudiciales. Asimismo tiene un alto contenido de minerales como calcio, potasio hierro y fósforo…

¿En que casos esta recomendada?

La leche de potranca es de los pocos comestibles que es ventajoso tanto para personas sanas para personas que padecen problemas médicos. Para unos es un comestible con muchas propiedades nutritivas y precautorias y para los otros puede ser un complemento terapéutico de gran valor. Ahora voy a nombrar ciertos casos para los que esta recomendado su consumo:

Colon irritable y digestiones irregulares: la leche de potranca actúa como prebiótico brindando a la vegetación intestinal deseable el comestible preciso para su desarrollo.
Intolerancia a la lactosa.
Enfermedad de Crohn: la digestión de las proteínas de esta leche genera un efecto antinflamatorio que ayuda a disminuir al mínimo los daños provocados por la inflamación del intestino grueso de la que es responsable esta enfermedad.
Anemias: la leche de potranca contiene lactoferrina que es de mucha ayuda en el momento de digerir el hierro de otros comestibles.
Afecciones de hígado o bien cirrosis: las infecciones hepáticas acostumbran a ir acompañadas de déficit de hierro o bien anemia. El hierro tiende a precipitarse en el hígado empeorando de este modo la situación de este, mas la lactoferrina actúa para resguardar el hígado de la acumulación de hierro y lo sostiene libre para la síntesis de hemoglobina.
Depresión: la leche de potranca nos aporta aminoácidos esenciales y con ellos los elementos precisos para la sintetización de la serotonina, una hormona que esta directamente relacionada con las sensaciones de placer y bienestar.
Asimismo esta recomendada en casos de tratamientos con quimioterapia.

¿Cuanta leche de potranca se debe tomar?

Para personas con buena salud, algunas veces efectuar una cura de 4 semanas tomándola puede ser más que suficiente para sostener una buena vegetación intestinal.

Las personas con algún género de problema médico es simple que experimenten alguna perturbación a lo largo de las primeras semanas debido a que van a estar expulsando restos del cuerpo. Es en ese instante cuando deben proseguir tomando la leche de potranca hasta el momento en que remitan los síntomas.

Aquellas personas con enfermedades crónicas no deben desamparar el tratamiento puesto que, si bien no les cure, les generará alivio.

Tanto las personas sanas, como las enfermas de forma ocasional y los enfermos crónicos deben preguntar a un especialista ya antes de empezar cualquier clase de terapia.