Reiki para niños, ¿a que edad pueden inicarse?

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Reiki para niños, ¿a que edad pueden inicarse?

¿Pueden los niños iniciarse en el Reiki?

¿A que edad?

¿Pueden los pequeños iniciarse en el Reiki?

Los pequeños son canales puros de curación, su inocencia los lleva a estar libres de prejuicios, haciendo que la energía del Reiki fluya hacia ellos de forma plenamente natural, espontánea, lumínica, sin las restricciones producto de miedos o bien opiniones de ningún género.

Ellos no vacilan de su esencia de Luz, y solo si el pequeño quiere ser Reikista se Comienza en el Primer Nivel, conscientes de que es fundamental respetar su libre arbitrio, deben decidir por sí solos acudir a un curso.

¿A que edad?

La edad de los pequeños que asisten a los cursos es desde cinco a once años. Cuando son menores de cinco años, todavía no tienen la capacidad de decidir por sí solos y cuando son mayores de doce, es más aconsejable que asistan a un curso de adultos.

Ventajas del Reiki para pequeños

Las Iniciaciones les aportan seguridad, arraigo, alegría. La práctica del Reiki, tanto para ellos para otros, los ayudará a adquirir la conciencia precisa para no tener que aprender basándose solamente en fallos.

Igualmente, sus sistemas se equilibran, además de esto sus estudios, la memoria, la voluntad. La alegría para jugar, para llevarse mejor con sus amigos, para comprender de forma intuitiva lo que los rodea.

Otros beneficios para ellos

Con mucha frecuencia los pequeños reikistas reportan que caen dormidos con mayor sencillez y disfrutan de un mejor sueño con Reiki, lo que ayuda en instantes de nerviosismo. Por ejemplo: en el instituto, o bien de temor, como asimismo cuando aparece un dolor repentino.

¿Cuál es la mejor forma de enseñarles?

Un pequeño aprende jugando, experimentando… y para enseñarle lo que es Reiki se deben amoldar las actividades a su ritmo y lenguaje, compartir la experiencia con ellos y gozarla al máximo.

Un pequeño puede conocer la esencia del Reiki a través del juego y de actividades que le resulten entretenidas. Por la sensibilidad y espontaneidad que tienen, enseguida abren todos y cada uno de los sentidos y se favorecen de estas experiencias todavía más que los adultos.

Se le enseña al pequeño que el Reiki es Amor, es algo muy especial… similar a la “magia”… que no se ve, como el sol, que da calor; como el viento, que sopla; no lo vemos, mas lo sentimos y se da mediante nuestras manos.

Ellos ya lo hacen de forma intuitiva

Cuando se hacen daño en alguna una parte de su cuerpo o bien les duele, la acción inmediata y natural es poner la mano… o bien buscar la mano de los progenitores a fin de que la pongan allá y sentirse protegidos. Eso es Reiki.

En resumen las ventajas del Reiki para pequeños

Comunicarse con el resto de una manera más cariñosa y eficaz.
Saber reconocer y manejar las emociones y sentimientos.
Trabajar y desarrollar la empatía.
Establecer sencillamente las relaciones interpersonales.
Tomar las resoluciones propias.
Alentar el pensamiento creativo.
…y, en suma, conocerse un tanto mejor a sí mismos y a su ambiente.

¿Alguna cautela?

Ahora bien, si de percibir Reiki se trata, los pequeños no tienen más contra indicaciones que las que se aplican a los adultos, en lo único que pudiese haber cierta limitación es en el tiempo de tratamiento, puesto que los pequeños son sabios, cuando no desean pero Reiki, sencillamente lo manifiestan.

Un caso real

Como un ejemplo de lo fantástico del Reiki, tengo como testimonio a mi sobrina, quien empezó en esto cuando tenía solo ocho años, y se comenzó en Reiki cuando tenía nueve. Toda vez que tiene un inconveniente, un malestar, una enfermedad.. me llama… ¡Tía, hazme Reiki!. Solamente precioso que un intercambio de amor que nos conecta alén de lo palpable, donde solo hay AMOR!!

Reiki y embarazo

Y en el caso de las mujeres embarazadas, estas pueden aprovechar el Reiki para sentir de forma diferente a su bebé, comunicándose con él y conectándose espiritualmente con su embrión, acentuando de esta forma el nudo entre mamá y bebé.

En el año dos mil once tuve la ocasión de tener en uno de mis cursos a una chavala encinta que tenía cerca de los siete meses de embarazo, al mismo tiempo de nacer su bebé, esta fue su opinión:

“Hola Blanca, estos días charlaba con mi familia de lo bien que fue hacer el curso de Reiki I y II que con tanto amor dictas, en esos instantes estaba encinta y mi bebé es un pequeño tan feliz! Comentábamos que era el bien que nos hizo el ReiKi, lo comparto a fin de que lo conozcas, saludos. Námaste!!!”

Conclusión

Esto es lo más gratificante, esa conexión singular y divinamente fantástica que se desarrolla entre el pequeño y el reikista y que se agranda si quien lo trasmite son sus progenitores.