Consejos para mejorar la autoestima

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Consejos para mejorar la autoestima

¿Qué es la autoestima?

¿Cómo son las personas carentes de autoestima?

¿Qué es la autoestima?

Puede parecer obvia la respuesta: “autoestima es quererse a uno mismo”. Como es natural. Señalo ciertos matices: es la autoestima asimismo el tener seguridad en lo que hacemos y en lo que sentimos, apreciarse uno en su centro y desde ahí ir cara el resto, creando relaciones saludables y realistas en las que no se teme dar una opinión e inclusive enseñar agresividad si es preciso.

La persona con autoestima sostiene un equilibrio entre estar para adentro, en contacto con sus sentimientos, y estar con el resto, observando asimismo sus emociones y necesidades. No busca la aprobación del otro, no la precisa, como tampoco es una prioridad el ser querida o bien querido por los que le rodean.

Son personas con sencillez para tomar las bridas de su vida, se saben protagonistas de lo que les pasa y tienen la seguridad de poder mudar aquello que les molesta.

¿De qué forma son las personas carentes de autoestima?

Son inseguras en todos y cada uno de los sentidos. Vacilan de ellas mismas continuamente, precisan la aprobación del resto para cerciorarse de que han hecho algo adecuado, algo válido y apreciado. Van mirando para afuera y pierden el contacto con ellos mismos, con su centro.
No dan valor a sus sentimientos si no son corroborados por el ambiente. “¿Es legítima esta pena que tengo?, ¿y es, verdaderamente, pena?”. Emotivamente se bloquean y lo pasan muy mal cuando no sienten que los de su alrededor les apoyan.
Precisan tanto del resto que acostumbran a ser esclavos de la aprobación hasta extremos preocupantes o bien caen en activas autodestructivas por creerse inválidos para el conjunto y no dignos de amor.
Son personas depresivas, en mayor o bien menor grado, y con dependencias (del alcohol, de los juegos de azar, de drogas, etcétera).
Asimismo resaltan en ellos rasgos masoquistas por el hecho de que se sienten culpables con lo que puede acontecer alrededor, y procuran de manera inconsciente el castigo que piensan que merecen. Les cuesta mucho gozar de los placeres de la vida.

Ciertos casos que nos pueden llevar a engaño

Podemos localizar a una persona que precisa prosperar la autoestima ocupando un alto cargo en su sistema social, tras un refulgente estudiante, una perfecta ama de su casa o bien un ejemplar profesional de cualquier campo. Y eso es de esta manera pues estas personas se han esforzado por gustar, de forma obstinada, para llegar a lograr este cierto brillo social.

Mas, lo que los distingue de personas seguras de sí y con un buen equilibrio sensible es:

No son felices.
Siempre y en toda circunstancia procuran subir cada vez más y más, escalar a toda costa en su puesto o bien en su puesto social (dependencia externa).
Con los años pueden enseñar síntomas de desequilibrio sensible y trastornos físicos producto del desgaste energético: depresiones, ansiedad, úlceras, bronquitis crónica, infecciones… e inclusive enfermedades más graves, degenerantes.
Si estas personas entran en terapia se dan cuenta que su camino profesional y personal en la vida lo tomaron sin contacto con sus auténticos gustos y necesidades.

¿Por qué razón no nos queremos?

Por el hecho de que no nos sentimos queridos en nuestros primeros años. Una persona que no se quiere a sí, que no se respeta a sí ni mira por ella ni contacta con sus auténticos sentimientos, fue un pequeño o bien pequeña al que no se respetó, al que no se le supo reconocer.

No afirmo que no se le quiso (ciertos casos muy graves claro que no fueron queridos), por norma general los progenitores y ambiente familiar los quisieron a su forma, mas no respetaron sus sentimientos ni les hicieron ver que eran válidos y auténticos.

A estas personas se les hizo ver que debían amoldarse a su ambiente, ser buenos, no incordiar, agradecer, no plañir, etcétera En suma, se les instó a salir de su centro para fijarse en los requerimientos de fuera.

¿Qué podemos hacer para prosperar la autoestima?

Tenemos que contactar con nuestra historia y darle un sentido a lo que nos pasa, meditar sobre ello. Desde observar de dónde venimos vamos a ir entendiendo mejor el de qué forma somos ahora. Las inseguridades son fruto de un pasado y podemos, o por nuestra cuenta o bien en un proceso de psicoterapia, ir resituándonos para contactar con nuestro “yo” auténtico, y fortalecerlo.

Las técnicas que incluyen el cuerpo marchan realmente bien a fin de que conectemos con nuestro sentir global: Yoga, Pilates, Rolfing… Cuando se comienza el proceso inverso y comenzamos a valorarnos, los cambios a positivo vienen solos y son formidablemente gratificantes.