Iyengar, el Yoga de la perfección

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Iyengar, el Yoga de la perfección

La precisión técnica del Iyengar Yoga implica en la ejecución:

El Iyengar terapéutico

La práctica del Iyengar Yoga en Occidente empezó en los años sesenta merced al profesor B.K.S. Iyengar que, actualmente, prosigue enseñando en la ciudad de Pune (India) Esta rama del Yoga se identifica por la precisión en la adopción de las posturas.

Los ajustes sutiles y minuciosos que se efectúan en la alineación anatómico dejan lograr el equilibrio con menos esmero muscular y más estabilidad.
Conforme con el Iyengar Yoga “debes observar y corregir la postura del cuerpo con la ayuda de los millones de ojos que tienes en forma de células”.

Hay una observación simultánea y incesante de todos y cada uno de los movimientos y detalles técnicos que componen una postura o bien un ejercicio respiratorio, mas al tiempo se sostiene la pasividad completa del cerebro y de sus órganos de expresión (esencialmente ojos y oídos), y el control de la respiración.

La precisión técnica del Iyengar Yoga implica en la ejecución:

Un adecuado posicionamiento del cuerpo, con intensidad de acción (garantía de salud)
Una actitud de observación permanente de dicha acción, con intensidad de percepción (implicación mental aguda)
Relajación de los nervios, incluso en la acción y percepción intensas (calma y también introversión de los órganos de los sentidos)

El Iyengar terapéutico

La rama Iyengar asimismo considera el Yoga como un recurso terapéutico y también integra en su práctica los diferentes aspectos de la existencia (física, sensible, mental y espiritual) Existen series de posturas ventajosas para diferentes trastornos o bien enfermedades como dolor de espalda, insomnio, hipertensión arterial, ansiedad, hipertiroidismo, etcétera “El sisya (acólito) debe tener, sobre todas las cosas, tesoro, moderación y humildad.

El amor engendra valor, la moderación crea exuberancia y la humildad produce poder. Valor sin amor es bestialidad. Exuberancia sin moderación conduce a la excesiva autoindulgencia y a la degeneración.

El poder sin humildad da origen a la insolencia y la tiranía. El genuino sisya aprende de su líder (profesor) un poder que ya no le abandonará jamás más, puesto que está retornando al Uno Original, a la Fuente de su Ser” (Yoga 100 por ciento , Editorial Miguel Arimany)

Las ayudas en el Iyengar Yoga

En las clases de Iyengar se emplean “props” (elementos y apoyos) para hacer más alcanzables las asanas. Las cuerdas, cinturones, cojines, mantas, almohadillas de espuma, bloques de madera y sillas dan soporte al pupilo a fin de que respire con total libertad en la postura. Entonces se aconseja que “el cuerpo sea el hacedor, y el cerebro el observador”.

Beneficios terapéuticos de las “props”

Flexibilizan la columna dejando superar su rigidez.
Previenen las lesiones de las cervicales en las posturas invertidas.
Calman los dolores crónicos de columna, musculares, articulares, de ligamentos, etc..
Cada pupilo puede llegar a su límite personal de máxima extensión de los músculos y articulaciones comprometidos en todos y cada asana.
Sirven para el precalentamiento anatómico.
Asisten a continuar en la postura a lo largo de un tiempo más prolongado.
Son muy aconsejables para los practicantes con necesidades singulares, lesionados o bien con restricciones estructurales, a fin de que puedan probar la postura con toda seguridad.

Ciertos de las ayudas empleadas en el Yoga Iyengar

Backbending Bench o bien Banco Delfín: calma los dolores crónicos de espalda y asimismo es efectivo para la escoliosis. Expande el pecho y la zona lumbar. Es realmente útil para el estiramiento de los hombros.
Bolsters: almohadones que se usan como apoyo o bien sostén para facilitar la práctica.
Silla: es una enorme ayuda para efectuar torsiones, posturas de pie, flexiones cara atrás y cara delante. Deja estar en situaciones invertidas como Sarvangasana (la candela) o bien Halasana (el arado) a lo largo de más tiempo, produciendo un mayor estímulo de las glándulas tiroides y paratiroides.
Forward Bender: favorece la extensión de la columna cara delante, haciendo que los 2 lados se estiren de forma simétrica.
Sticky Mats (alfombras de goma): es la superficie ideal para practicar Yoga pues, siendo de goma, impide el deslizamiento de manos y pies, y deja un mayor control del cuerpo a lo largo de las asanas.
Sogas: se usan para entrar en calor, elongar, fortalecer, plegar la espalda cara delante o bien cara atrás, etcétera
Columpio de inversión: es un complemento que deja colgarse boca abajo, lo que descomprime las vértebras, favorece el retorno sanguíneo al corazón, oxigena el cerebro y previene el envejecimiento prematuro.
Ladrillos de madera: elevan diferentes unas partes del cuerpo para poder efectuar las asanas de una forma más eficaz y segura.

El autor del Yoga Iyengar

Bellur Krishnamachar Sundararaja Iyengar nació el catorce de diciembre de mil novecientos dieciocho. Su padre, Sri Krishnamachar, era profesor de escuela. Sundararaja fue un pequeño que no disfrutó de buena salud a lo largo de su niñez. De constitución enclenque padeció malaria, tifus y tuberculosis.

A los dieciseis años empezó a practicar Yoga con el marido de su hermana mayor, Sri T. Krishnamacharya, al que se reconoce como el enorme profesor de maestros del siglo veinte. Asimismo fueron acólitos de Krishnamacharya Pathabhi Jois (autor del Ashtanga Yoga) y Desikachar (uno de sus hijos)

Un encuentro casual con el profesor de violín Yehudi Menuhin, en mil novecientos cincuenta y dos, fue definitivo a fin de que Iyengar comenzase a instruir Yoga en Occidente. En mil novecientos cincuenta y cinco Iyengar hizo una demostración de Yoga ante Nikita Khrushchev. Su libro Light on Yoga (“Luz sobre el Yoga”) se publicó por vez primera en mil novecientos sesenta y seis. Le prosiguieron, en mil novecientos ochenta y uno, Light on Pranayama y, en mil novecientos noventa y tres, Light on the Yoga Sutras of Patanjali.

Pese a su avanzada edad, el profesor Iyengar sigue enseñando periódicamente, guiando a sus pupilos y a sus pupilos-profesores en clases masivas que dirige en diferentes lugares del planeta y asimismo en el Ramamani Iyengar Memorial Yoga Institute, en la ciudad de Pune (India), al lado de sus hijos Gesta y Prashant.

En mil novecientos noventa y seis se creó la Asociación De España de Yoga Iyengar, la única en este país reconocida por B.K.S. Iyengar. En mil novecientos noventa y ocho, cuando cumplió ochenta años, dio un curso a ochocientos pupilos a lo largo de una semana. Y en el dos mil, dirigió un curso singular para profesores especialistas de Yoga Iyengar de prácticamente cuarenta países.