Relaciones destructivas, causas y soluciones

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Relaciones destructivas, causas y soluciones

Qué son las relaciones destructivas

Reconocer las relaciones destructivas

Las relaciones destructoras no son solo en las que existe maltrato físico. Conoceremos sus matices.

Qué son las relaciones destructoras

Como su nombre señala, se comprende por relaciones destructoras aquellas que generan un perjuicio tanto físico como sensible o bien sicológico en los dos miembros de la pareja o bien en el más frágil. Generalmente se considera que las relaciones destructoras son aquellas que acarrean maltrato físico mas hay formas más sutiles y prácticamente tan asoladoras de tener una relación destructora.

El perjudicado o bien los perjudicados no se dan cuenta de este perjuicio hasta el momento en que es tarde y el enganche sensible les hace sostener esa situación negativa. Asimismo piensan que el amor va a hacer mudar las actitudes o bien adicciones del ser amado.

Reconocer las relaciones destructoras

Para reconocer si se está inmerso o bien se corre riesgo de caer en las garras de las relaciones destructoras hay que reconocer, por ejemplo:

Si la persona que le agrada tiene sumes de algún tipo. No se puede aguardar que cambie solo con su amor y padecerá las consecuencias.
Si es cariñoso/a con , mas es muy agresivo/a en general en sus relaciones con el resto, puede sentirse singular por esta razón, mas terminará tratándola/lo de igual manera.
Si está con alguien muy controlador/ra esos simpáticos ataques de celos, en la etapa de cortejo, pueden transformarse en algo alarmante y es de los mejores rastros de las relaciones destructoras.

Lógicamente, estos indicadores para reconocer las relaciones destructoras han de ser frecuentes, no tratarse de situaciones anecdóticas.

Adicción a las relaciones destructoras

Cualquiera puede sentirse atraído por una persona que no le resulta conveniente (todas y cada una de las malas parejas no son relaciones destructoras). Mas hay personas que pasan por muchas relaciones destructoras y no se sienten cómodas en una relación sana.

Esto último acostumbra a ser por el hecho de que se han habituado a probar el amor con esa adrenalina de las relaciones destructoras, la lucha por merecer amor, el dolor de “hoy no siento que me quiera” y la gloria del día que llega ese ademán de que “sí, en el fondo me quiere”. Una relación sana, con sus avatares normales, no da esa intensidad de emociones y en ciertos casos se dejan relaciones sanas pues piensan que falta pasión y que no marchan.

Los adeptos a las relaciones destructoras

En general y muy breves exponemos ciertas peculiaridades de las personas que son tendentes a caer en las relaciones destructoras.

Bajísima autoestima: Son personas que creen tener suerte si alguien se fija en ellas, del tipo: “Si dejo la relación ¿Quién me deseará?”.
Síndrome del salvador: Son personas que se reafirman ayudando a alguien, lo que es positivo. Mas precisan ser “salvadores” y se sienten atraídos por personas desvalidas, con alguna adicción o bien inconveniente personal, etcétera Y desean asistir si bien el otro no lo desee, abandonándose a sí.
Progenitores muy autoritarios: Progenitores con los que debes ser y hacer como desean o bien no merecerás su amor. Y piensan que el amor hay que ganárselo y hacer méritos para merecerlo.

Nuestros consejos

Este artículo está enfocado cara las personas más enclenques de las relaciones destructoras. Mas si siente que es la parte, digámosle, “negativa activa” y es siendo consciente de que tiene un inconveniente, es un enorme paso para salvar su relación. Recurra a un profesional que le asesore y que le asista a parar de ser una parte de esas relaciones destructoras y que la suya se transforme en edificante.