¿Por qué algunos medicamentos potencian la agresividad?

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¿Por qué algunos medicamentos potencian la agresividad?

¿Qué son los psicofármacos?

Efectos secundarios negativos

¿Qué son los psicofármacos?

Son fármacos usados para mudar el estado anímico y, en consecuencia, la conducta. Los más conocidos son los antidepresivos y los calmantes. Supuestamente, son una solución parcialmente veloz y asequible para los trastornos sicológicos, con lo que cada vez los psicofármacos están más de tendencia, recomendado como primera o bien aun como única opción por siquiatras y, en el campo de los animales, por bastantes veterinarios.

Efectos secundarios negativos

Mas cualquier medicamento está hecho con principios activos químicos, con lo que tiene efectos secundarios negativos. Todos sabemos que el ácido acetilsalicílico de las aspirinas, por poner un ejemplo, daña el estómago y puede provocar aun hemorragias digestibles. Y si le damos una aspirina a un gato lo matamos. Otros fármacos dañan los riñones, el hígado, etcétera El prospecto de ciertos de ellos amedrenta.

Aparte de trastornos físicos, los psicofármacos pueden generar efectos secundarios sicológicos. Como afirmábamos al comienzo cada vez existen más relación entre psicofármacos.

Los antidepresivos, por poner un ejemplo, ocasionan graves dependencias. Provocan un falso estado de alegría química, mas si la persona o bien el animal no aprende a ver la vida de una manera diferente, al dejar de medicarse recaerá. En verdad, interrumpir de forma brusca un tratamiento con antidepresivos puede ser más peligroso que proseguirlo.

En el siglo XIX ya existían las armas y la violencia, mas no hay registrado ningún caso de un estudiante “loco” que masacrara a sus compañeros de forma indiscriminada.

Estudios recientes prueban que las matanzas que se han producido en centros de educación en los últimos tiempos, en especial en E.U., han aumentado conforme aumentaba el empleo de antidepresivos y que, en verdad, están relacionadas con el empleo de antidepresivos por la parte de los asesinos.

Esto sucede pues los antidepresivos dismuyen la captación por la parte de los neurotransmisores cerebrales de la serotonina, una “hormona del placer”, lo que genera como efecto secundario un incremento de la agresividad y una reducción, a veces extrema, de las barreras sicológicas naturales que frenan dicha agresividad.

Si los psicofármacos, tan aparentemente estudiados en personas, generan estos efectos, ¿qué provocarán en nuestras mascotas?

Opción alternativa a la medicación

Siempre y en toda circunstancia hay opciones alternativas mejores si nos incordiamos en procurarlas. Por nombrar solo una: la melatonina es un antídoto natural muy eficiente contra el insomnio, muy ventajoso para la salud y baratísimo por el hecho de que no está patentado. Quizá de ahí que se prohibió su empleo a lo largo de años.

En cambio, los somníferos químicos y los antidepresivos utilizados para tratar el insomnio son un veneno: crean dependencia, afectan a la memoria, a las capacidades cognitivas y a la glándula pineal y, para colmo ¡¡¡destrozan la melatonina!!!!

Ni las personas ni los animales somos solo un cuerpo. Los inconvenientes de conducta están ocasionados por desequilibrios sensibles, que son los que hay que conocer y tratar.

Por poner un ejemplo, los perros que ladran, destruyen o bien se orinan cuando se quedan solos (ver artículo sobre la ansiedad por separación) lo hacen por temor a la soledad. Una buena educación va a enseñar al animal a asociar la soledad con algo positivo.

Si a esto agregamos esencias curativas naturales (Entrenamiento Sensible) para tratar su dependencia, tenemos muchas probabilidades de solucionar el inconveniente de una manera moral. Lo mismo con otros inconvenientes de conducta, aun con perros de agresividad extrema.

Por tanto en poquísimos casos está justificado el empleo de psicofármacos, que como mucho pueden prosperar los síntomas supuestamente mas que, al no tratar sus causas, pueden transformar a nuestra mascota, sobre todo en casos de agresividad, en una bomba de relojería.

Recordemos además de esto los efectos negativos a nivel físico. Aun si bien logremos algo drogando a nuestro “mejor amigo”, a mi juicio el fin jamás ha justificado los medios, sobre todo existiendo la medicina holística, que trata al paciente no como un cuerpo, sino más bien como un conjunto de planos (físico, mental, sensible y energético) que hay que respetar. Este enfoque es considerablemente más ético y tanto o bien más efectivo que los medicamentos, que muy frecuentemente no son tan veloces, tan económicos ni tan eficientes como las farmacéuticas nos quieren hacer opinar.

Ciertos datos que doy en este texto los he extraído de la gaceta de internet “Tener Salud”, específicamente de los artículos titulados “historias de antidepresivos” y “la melatonina: una ayuda natural para dormir bien”