Animales maltratados insconcientemente

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Animales maltratados insconcientemente

“El perro sólo necesita espacio”

“Los perros de razas pequeñas no necesitan salir a la calle”

En el presente artículo intento desmontar 6 falsas opiniones que la mayor parte de la gente tiene sobre lo que precisa un cánido o bien un gato, o sea, 6 formas de “quererle mal”.

“El cánido solo precisa espacio”

Basándose en ella bastante gente tiene a su cánido encerrado en una terraza o bien un jardín, pensando que el cánido es feliz siempre y cuando “pueda correr”. Mas un can es un animal de manada.

El cánido no desea correr solo por el jardín o bien terraza, desea que su dueño juegue con él y le saque a caminar, y desea estar tumbado a sus pies cuando su dueño está en casa, no apartado tal y como si formara una parte del moblaje de jardín.

La compañía de otro cánido pocas veces calma lo bastante la soledad que sienten estos animales, que acostumbran a desarrollar síntomas de ansiedad por separación (temor a la soledad): estropicios, lloros y ladridos, pipis y cacas por todos sitios, etcétera

Conque ¡recuerda!: si no deseas compañía por favor no tengas un can. Tal vez un gato sea más conveniente en estos casos. Cuando charlamos de animales maltratados este sería uno de los ejemplos más frecuentes.

“Los perros de razas pequeñas no precisan salir a la calle”

La comodidad de no sacar al cánido a caminar por el hecho de que siendo pequeño puede hacer sus necesidades en un periódico es lo que acostumbra a estar tras esta mala práctica, que provoca temores y ansiedad en el animal cuyo planeta, encerrado en casa, cada vez se hace más pequeño y desganado.

Conque ¡recuerda!: si no deseas o bien no puedes sacar a tu cánido a la calle un mínimo de media hora 3 veces al día, sea invierno o bien verano, llueva o bien haga frío, por favor no tengas un can.

“Mejor no acerco mi can a otros perros, de esta forma eludo conflictos”

El can es un animal de manada y precisa relacionarse con los de su especie. A fin de que esta relación no cause inconvenientes vamos a deber aproximar a nuestro cánido a otros perros siguiendo las pautas de un profesional del comportamiento que nos enseñe de qué forma leer el lenguaje anatómico de nuestro cánido y de otros perros, de qué forma reaccionar en todos y cada instante, de qué forma enseñar a nuestro can para supervisar la forma en que se relaciona y de qué manera resguardarlo de posibles enfrentamientos con otros perros.

Eludir que nuestro cánido se relacione con otros por no saber hacer todo esto es como eludir que nuestro hijo juegue con otros pequeños por el hecho de que no lo hemos educado. Sería otro caso de animales maltratados… por sobreprotección.

“En verano lo rapo, de esta manera va a estar más fresquito”

El pelo del can es un perfecto aislante. Su misión es sostener estable la temperatura anatómico del animal, no solo en invierno, sino más bien asimismo en verano, en tanto que resguarda la piel del can del sol.

Afeitar a un can para no tener que barrer el pelo que suelta en primavera y verano equivale a que saliésemos desnudos y sin protección solar a la calle en pleno verano. A nosotros el sol solo nos da en la cabeza al tiempo que al can, al estar su cuerpo en situación horizontal, le da en prácticamente todo cuerpo.

Además de esto la temperatura anatómico del cánido es superior a la nuestra con lo que si lo rasuramos y lo paseamos al sol en verano va a vivir un genuino averno.

“Cuando va a la peluquería le ponen colonia… ¡huele tan bien!”

La identidad de un cánido se refleja y transmite en su fragancia anatómico. De ahí que los perros se huelen entre ellos y a nosotros cuando desean saber con quién tratan.

Ponerle colonia a un can significa bloquear absolutamente su frágil olfato y untar su cuerpo con productos químicos que anulan su identidad. Lavar exageradamente al can hace que su piel se defienda segregando más grasa subcutánea, con lo que cada vez va a oler más “a perro”.

El cepillado diario es lo que precisan, y el baño debe quedar reservado para cuando el can se ha metido en agua de mar o bien en agua sucia, se ha revolcado en pipis o bien cacas, etcétera Secarlos con secador acostumbra a agobiarlos formidablemente, con lo que, sobre todo en invierno, procura bañarlo lo menos posible.

“Hago bien en ponerle un cascabel a mi gato, de esta manera no lo piso”

Si bien hay que reconocer que es muy cómodo …para nosotros… el estruendos de los cascabeles les agobia, les amedrenta y, con el tiempo, les deja suecos. Recordemos que el sentido del oído de un gato es considerablemente más elevado que el nuestro, y que además de esto el cascabel lo lleva , con lo que suena muy cerca de sus tímpanos.

Seguro que cuando pensamos en animales maltratados jamás se nos ocurriría opinar que esto lo sea.