Beneficios de la Alimentación consciente

Articulo de Nutrición sobre Beneficios de la Alimentación consciente.

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Beneficios de la Alimentación consciente

Antes de las comidas

Empezamos a comer

En la actualidad el agobio (la enfermedad más corriente del siglo veinte y de lo que llevamos del XXI) está, aun, socialmente bien vista. Aun se asocia ir lento con estar deprimido y también ir con prisas con estar sano y lleno de “vitalidad”.

Como es natural, esto no es de esta manera. Para los que deseen recobrar la capacidad de pasear dando un camino (no preparándose para una maratón), de gozar de un buen libro en silencio o bien de recrearse con algo tan rutinario como el alimento, hete aquí una serie de pautas para agregar el término de la calma a la nutrición (nutrición consciente), llevando de esta forma la conciencia a una faceta más de su vida cotidiana:

Ya antes de las comidas

Tomar todo el agua que se quiera MEDIA HORA ANTES O bien DESPUÉS DE LA COMIDA, no a lo largo de o bien justo después, para eludir licuar los jugos gástricos. Eludir las bebidas con gas, puesto que dilatan el estómago en lugar de reducir su tamaño, que es lo que pretendemos.
Si tenemos mucha apetito, comernos una pieza de fruta ya antes de prepararnos el alimento, puesto que el cerebro tarda media hora en registrar que ha entrado comestible en el estómago, mas en el caso de la fruta lo advierte en cinco minutos, con lo que el efecto saciante de la fruta es inmediato.
Si comemos más de una pieza de fruta, que sea de exactamente la misma (sin entremezclar diferentes tipos). No comer fruta tras las comidas, solo en ayunas o bien ya antes, en tanto que si no fermenta en el estómago y provoca inconvenientes digestibles.
Si tenemos apetito y sueño simultáneamente lo mejor es que comamos una pieza de fruta, nos echemos a dormir y comamos reposadamente al despertar. Tras comer fruta, dejar pasar dos h por lo menos ya antes de comer grasas, y tras comer grasas dejar pasar cuatro h ya antes de comer fruta o bien otros azúcares. Comer siempre y cuando sintamos apetito, priorizando la fruta como “picoteo” sano entre horas.
Cocinarnos solo la mitad de la cantidad de comida que comíamos hasta el momento. Si la nutrición consciente se hace bien, aun podría sobrarnos. Llevarnos a la mesa todo cuanto nos vayamos a comer, para eludir viajes impetuoso a la nevera a por más comida. Poner el alimento en platos pequeños para mentir al cerebro y que crea que hay más de la que hay. Comer con tenedores y cuchases de postre.
Es mejor comer un plato único en todos y cada comida en lugar de múltiples platos, excluyendo las ensaladas ya antes de la carne, el pescado, los huevos y el queso, puesto que el hacer primer y segundo plato nos estimula a comer más cantidad.
El alimento que haya que masticar nos saciará más que las cremas y las sopas. Por poner un ejemplo, es mejor que te comas una ensalada con tomate y pepino cortados a tacos que un gazpacho.

Comenzamos a comer

Nos sentamos a la mesa con la TV apagada, sin música ni libros, para no distraer al cerebro (nutrición consciente). Si estamos con alguien, comer en silencio (la charla con otra persona distrae tanto o bien más que la TV). Debemos estar pendiente solo del fragancia, sabor y textura de lo que comemos, disfrutándolo al límite para, psicológicamente, asimismo saciarnos al límite. Si comer se hace desganado, buena señal, por el hecho de que eso nos va a hacer perder la adicción por el alimento y nos va a hacer valorar más otras cosas.
Por exactamente el mismo motivo (nutrición consciente), olvidar todas y cada una de las preocupaciones, tomas de resoluciones, etcétera en el momento de comenzar a comer, puesto que nos dan ansiedad y comemos más, pues nuestro cerebro está distraído pensando y no advierte ni valora lo que comemos (falta de conciencia). Podemos asistirnos a parar la psique haciendo diez respiraciones profundas ya antes de comenzar a comer y, si tenemos muchas cosas en la cabeza y llevamos un ritmo de vida acelerado, pensar (percibir los pensamientos) a lo largo de un mínimo de cinco minutos ya antes de comenzar a comer, hasta que ya no tengamos solamente que decidir ni exactamente en qué meditar (psique vacía). De este modo aprovechamos el instante de el alimento para pensar y conectar con nosotros mismos.
Debemos estar sentados de forma cómoda, con la espalda recta y los riñones sujetos por la silla. Si estamos incómodos, el cerebro manda el mensaje de terminar pronto el alimento, y entonces vamos a comer más veloz.
Comemos todo lo despacio posible, a mordiscos super pequeños, masticando absolutamente los comestibles y concentrándonos en el sabor, el fragancia y la textura. Entre mordisco y mordisco, hacer una pausa (si nos aceleramos, contar poco a poco hasta 5 o bien hacer tres respiraciones profundas).
No cogemos más comida del plato hasta el momento en que hemos tragado lo que tenemos en la boca. Cuidado con los bocadillos y las cosas que se comen a mordiscos, pues es simple morder más de la cuenta si nos distraemos. Parar de comer, si bien no hayamos acabado, cuando sintamos sensación de saciedad, y guardar lo que nos ha sobrado para la noche o bien para el día después (la nutrición consciente incluye el valor ético de no tirar comida).

Al terminar de comer

Lavarnos bien los dientes (los restos de comida en la boca pueden provocar de nuevo el apetito), y hacer algo que nos guste mucho, a fin de que aún tengamos más ganas de acabar de comer.

¿Qué podemos lograr con la nutrición consciente?

Con la nutrición consciente se come mucho menos (hasta tres veces menos cantidad) sin pasar apetito, y se pueden perder hasta 1 kg de peso en un día, mas para no desnutrirnos vamos a deber comer:

Legumbres (que son el equivalente a la carne en el planeta vegetal): tres veces a la semana.
Verduras hervidas / en salteado (aconsejo los del Mercadona y los del Lidl / ensaladas / fruta: cuatro veces a la semana (por servirnos de un ejemplo ya antes de comer carne, huevos o bien pescado y asimismo por las noches).
Pescado (tanto azul como blanco): dos veces a la semana.
Huevos: dos veces a la semana.
Carne / quesos: 1 o dos veces a la semana (priorizar otros comestibles).

¿Podemos comer de todo?

En lo que se refiere a los comestibles que comemos y exactamente en qué orden debemos comerlos, proseguir el procedimiento de Michel Montignac, descrito en su libro “COMER PARA ADELGAZAR”, a lo largo de un mínimo de un par de meses de forma rigurosa, para compensar el páncreas, el hígado y el nivel de azúcar en sangre. Tomar un tanto de canela en polvo en la leche (de soja o bien de almendras) de las mañanas nos puede asistir a esto.
A rasgos generales, el sistema Montignac consiste en no entremezclar comestibles con un alto índice glicémico (hidratos de carbono de mala calidad, que provocan una secreción extra de insulina por la parte del páncreas) con las grasas. Las grasas (carnes, pescados de todo género, marisco, quesos, huevos, crema de leche, mantequilla, aceite) se pueden comer a la perfección, mas con fibra o bien con hidratos de carbono de alta calidad (verduras, hortalizas, setas, etcétera).
Si algo nos agrada mucho, en lugar de darnos un atracón podemos comerlo algo más de manera frecuente al comienzo, hasta el momento en que ese comestible específico pierda el valor excesivo que le hemos dado.
Si nos agrada el dulce, en la segunda fase, algunas veces, podemos comer algo menos de comida para hacer lugar al postre que, lógicamente, asimismo habrá de estar limitado en el tema de la cantidad, y en esa comida no vamos a deber ingerir comestibles que superen el tres por ciento de grasa.
En la segunda fase, vamos a comer lo que nos agrada y guisado de la manera que nos guste máximo un par de veces a la semana, para poder gozar el alimento y eludir efectos rebote del fin de semana (si lo que nos agrada lo reservamos para el fin de semana nos descontrolaremos). Naturalmente no se trata de comer pizza (por poner un ejemplo), 3 días por semana por más que nos guste, mas tampoco de comer legumbres y verdura toda la semana y después darnos un atracón de pizza el fin de semana.

¿Qué hacer si nos pasamos de la raya?

A lo largo de la supervisión de tu proceso te señalaré si te resulta conveniente tomar complementos como el KETONE SLANK, el NOPAL PLUS o bien jugos de lima.

Terapia vibracional y supervisión del proceso

Es indispensable la terapia vibracional (Flores de Bach y/o esencias hechas con piedras curativas) para tratar los temores o bien traumas inconscientes de la persona que provocan su ansiedad por el alimento, alentar el sistema linfático (supresión de líquidos, grasas y toxinas del organismo), tratar posibles desequilibrios hormonales o bien del sistema endocrino (tiroides), como posibles faltas nutricionales que provoquen ansiedad por el alimento, etcétera O sea, todas y cada una de las causas físicas, sensibles y sicológicas de la tendencia a engordar.
Testaremos vibracionalmente cuál es tu peso ideal. Una vez llegues a él, vas a poder reservar un día por semana para, al mediodía, comer cuanto quieras (pizza, quesos, embutidos, etcétera), si bien siempre y en toda circunstancia siguiendo el procedimiento de las comidas conscientes.