Cremas para labios, prepáralas tu misma

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Cremas para labios, prepáralas tu misma

Crema para labios resecos a base de miel

Crema para labios resecos a base de aceite de coco

Los labios son una parte muy frágil de nuestro semblante. Su piel es altamente sensible y el frío, el viento e inclusive la calefacción les afectan mucho, ocasionándoles inconvenientes de sequedad y provocando la aparición de fisuras.

Evidentemente existen en el mercado cremas que podemos emplear para el cuidado de nuestros labios mas os ofrecemos unas recetas de muy simple preparación que, aparte de asistirnos a ahorrar, lograrán que nuestros labios superen todas y cada una de las inclemencias y luzcan perfectos.

Crema para labios resecos a base de miel

Los aparejos que nos van a hacer falta para la preparación de esta crema son

Un recipiente de plástico no demasiado grande.
Una cuchase de madera.
Un frasco con tapa.

Ingredientes

1 cucharada de aceite de oliva.
1 cucharadita de glicerina.
dos cucharadas de miel.

Preparación y conservación

En el recipiente, y con ayuda de la cuchase de madera, mezclaremos los ingredientes hasta lograr una mezcla homogénea.
La mezcla conseguida la vamos a guardar en el frasco bien cerrado.
Esta crema la vamos a poder utilizar a lo largo de unos un par de meses mas debemos guardarla en el frigo.
Nos la podemos aplicar en tantas ocasiones como sea preciso.

Crema para labios resecos a base de aceite de coco

Ingredientes

1 cucharada de aceite de coco.
½ cucharadita de manteca de cacao.
½ cucharadita de aceite de naranja.

Preparación y empleo

Fundir la manteca de cacao al baño María.
Añadir los aceites removiéndolo todo bien.
Antes que se enfríe debemos verterlo en un recipiente.
Podemos aplicar esta preparación con tanta frecuencia como sea preciso hasta el momento en que los labios mejoren.

Crema para labios resquebrajados a base de cera virgen

Ingredientes

tres cucharadas de cera virgen rallada.
tres cucharadas de aceite de almendras.

Preparación y aplicación

Debemos derretir la cera al baño María.
Incorporar, sin dejar de remover, el aceite de almendras.
Una vez todo bien mezclado debemos verter en un recipiente pequeño.
Si nos la aplicamos de noche, su efecto va a ser más veloz.