Propiedades del Kéfir

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Propiedades del Kéfir

¿Qué es el Kéfir?

Propiedades del Kéfir

¿Qué es el Kéfir?

El kéfir se trata de una colonia de lactobacilos y hongos que fueron encontrados en la naturaleza. Los habitantes de la zona del Cáucaso, en la antigüedad, mezclaron la leche con estas bacterias y hongos y se percataron de que aquello fermentaba, transformándose en el kéfir que conocemos en nuestros días, un comestible muy nutritivo y con grandes propiedades y beneficios para nuestra salud.

Su doble fermentación láctica y alcohólica es lo que le proporciona las peculiaridades organolépticas que lo distinguen del youghourt, su textura es compacta y su sabor resulta sutilmente ácido.

Propiedades del Kéfir

De las mejores propiedades que tiene el kéfir es la de restaurar la vegetación intestinal y facilitar la digestión mejorando la capacidad de asimilación de los comestibles.
Ayuda al sistema inmunológico fortaleciendo nuestras defensas en frente de infecciones provocadas tanto por virus como por bacterias.
Tiene la capacidad de reducir los niveles de colesterol en el organismo y asimismo reduce el peligro de sufrir cáncer de colon.
Pueden tomarlo las personas con intolerancia a la lactosa.
Contiene vitaminas del conjunto B como la B1 que contribuye el buen funcionamiento del sistema inquieto.
Es idóneo para los vegetarianos en tanto que asimismo contiene vitamina B12, que se halla mayoritariamente en las carnes y que es esencial para el buen funcionamiento del cerebro y del sistema inquieto.
Aporta minerales, en especial calcio, magnesio y fósforo y es rico en aminoácidos esenciales.
Es empleado para combatir diferentes enfermedades y enfermedades, en Rusia se emplea para tratar enfermedades metabólicas, arteriosclerosis y alergias.

Los componentes nutricionales del kéfir no son muy, muy diferentes a los que contiene la leche de la que procede, mas su cualidad biológica es superior en tanto que la fermentación hace que sus nutrientes sean más digeribles para nuestro organismo.

¿Sabías que el Kéfir…?

El kéfir ha de ser elaborado usando leche que no haya sido tratado con antibióticos, en tanto que estos frenarían y dañarían la actividad de las bacterias.

Un kéfir suave es buen laxante, al paso que uno “fuerte” puede ser un potente astringente.

Si no va a consumirse a lo largo del día es recomendable que sea guardado en la nevera.