Articulo de Nutrición sobre Hongo Yamabushitake o melena de león.
Saber mas acerca de Hongo Yamabushitake o melena de león
¿Qué es el hongo Yamabushitake o Melena de león?
Uso tradicional del hongo Yamabushitake
¿Qué es el hongo Yamabushitake o bien Melena de león?
El Yamabushitake es un hongo que medra en determinadas zonas de Asia y Centro Europa. Asimismo se conoce como Melena de León, Cabeza de Mono y Cabeza de Oso.
Empleo tradicional del hongo Yamabushitake
En la Medicina Tradicional China se recomendaba para inconvenientes gástricos y como precautorio del cáncer. Su empleo era exclusivo para las familias relacionadas con la realeza.
¿Puede regenerar nuestras neuronas?
El Hongo Yamabushitake o bien Melena de león contiene unos principios activos llamados Hericenonas A, B, C, D y Y también, que conforme múltiples conjuntos de científicos nipones favorece la regeneración neuronal de aquellas zonas dañadas (mas no completamente) por algún accidente cardiovascular. Puede ser, indudablemente, un buen aliado en el momento de asistir a muchos pacientes con esta clase de inconvenientes y que tanto afecta a su calidad de vida.
Propiedades de la Melena de León o bien hongo Yamabushitake
En forma de extracto, tanto en gotas como en cápsulas, semeja ser la manera más eficiente de tomar este hongo. Ciertas de sus indicaciones más resaltables son:
Reduce la degeneración cerebral (propia de la Demencia Senil) y detiene la degeneración de las zonas neuronales perjudicadas por un accidente cardiovascular.
Puede asistir en casos de complejidad en el aprendizaje.
Fortalece nuestro sistema inmunológico en frente de virus como la hepatitis, gripe, sida, etcétera
Como otros hongos (Shiitake, Reishi, Maitake, etcétera) tiene una acción antitumoral.
¿Nos puede asistir a vivir más y mejor?
La Melena de León o bien Hongo Yamabushitake puede asistirnos al llegar a la tercera edad en tanto que por una parte mejora nuestro sistema inmune y por otro ralentiza la humillación de nuestro sistema inquieto.
Como es lógico, nuestra genética y los hábitos vitales que tengamos determinarán, básicamente, nuestra calidad de vida cuando seamos mayores.
