Problemas de conducta en perros y gatos

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Problemas de conducta en perros y gatos

Los problemas de conducta que trataremos, serán los siguientes

¿Qué hacer si detectamos en nuestro animal de compañía alguno de estos problemas de conducta?

Este puede ser el caso de perros que se revuelcan en excrementos de otros animales. Es una cosa que nos molesta horriblemente, mas es un comportamiento muy frecuente en los lobos, que procuran de esta forma ocultar el propio fragancia con el de sus presas.

En cambio, damos por hecho que ciertos comportamientos son normales, cuando realmente están señalando un desequilibrio sensible en nuestra mascota, o sea, que son un síntoma de que algo no va bien.

Los inconvenientes de conducta que vamos a tratar, van a ser los próximos

Ladridos / maullidos incontrolados.
Pipís y cacas en casa.
Estropicios.
Agresividad.

Si bien perros y gatos son animales de sicología diferente, generalmente lo que se señala en estos artículos para los perros se puede aplicar asimismo a los gatos.

¿Qué hacer si advertimos en nuestro animal de compañía alguno de estos inconvenientes de conducta?

En los diferentes artículos vamos a ver que las reprimendas y los castigos, sobre todo fuera de tiempo o bien mal aplicados, no solo no sirven para solventar el inconveniente, sino acostumbran a provocar que vaya a más. Esto sucede por el hecho de que no acostumbran a ser suficientes para pararle los pies a nuestro can ni para alterar su comportamiento, y además de esto consigue nuestra atención, con lo que su mala conducta sale premiada.

Si nuestra mascota presenta alguno de estos trastornos (singularmente el de la agresividad, que es el más grave y el que podría tener peores consecuencias si no se soluciona a tiempo) debemos asistir lo antes posible a un entrenador, o sea, a un especialista en conducta canina y/o felina.

Esta persona va a deber diagnosticar adecuadamente la causa por la que nuestra mascota se comporta de esa forma y tratar no solo dicho comportamiento, sino más bien asimismo su causa, para asegurarnos de que no hayan recaídas siguientes. Para esto son indispensables 2 líneas de actuación:

La educación de nuestro animal de compañía, para prosperar el comprensión (la comunicación) con él y para poner soluciones educativas aproximadamente veloces a sus inconvenientes de comportamiento, de forma que mejore la convivencia a la mayor brevedad.
A lo largo de la educación vamos a aprender a lograr que se porte mejor, usando para esto las técnicas y el modo perfecto de comunicación convenientes. Un buen entrenamiento tiene que lograr quitar de su conducta todo lo que no deseamos que haga, como que nos obedezca a la primera cuando le damos una orden.
El propósito es que jamás debamos reñir a nuestro animal, con lo que la convivencia se hace agradable y dejan de haber “malos rollos” en casa.
Aparte de la educación de nuestra mascota, es indispensable tratar a nivel sensible (con métodos naturales, jamás con fármacos), la causa de sus inconvenientes de conducta. De esta forma evitaremos futuras recaídas y asistiremos a nuestro animal a sentirse mejor (no solo a portarse mejor).
La meta es lograr que nuestro animal tenga un carácter verdaderamente equilibrado, y no quedarnos en la pura opresión de sus “vicios”, especialmente si esto se hace con periódicos enrollados, cachetes en el trasero, collares eléctricos, bozales, halties, transportines utilizados como “cárcel”, y una lista de soluciones “fáciles” o bien asequibles, mas poco morales.